Además de cumplir su sueño y convertise en una estrella mundial, dos veces nominado al Oscar, una de las mayores satisfacciones de Will Smith es haber formado una gran familia. Con la también actriz y empresaria Jada Pinkett Smith, su actual pareja, ha tenido dos hijos, Jaden, de 20 años, actor y rapero, y Willow, de 18, cantante y actriz, que son archiconocidos por el público.

Sin embargo, muchos fans desconocen que el también productor de cine y música, se convirtió en padre por primera vez en 1992, cuando tenía 24 años, con el nacimiento de su primer vástago, Willard Carroll Smith III, fruto de su relación con Sheree Zampino.

Ahora con 27 años, Trey, el mayor de los retoños del clan Smith, se ha convertido en una celebridad en Instagram, donde cuenta con un ejército de seguidores, la mayoría chicas, lo consideran todo un sex symbol.

El joven, que guarda un considerable parecido con su progenitor, es también actor y ha participado en varias series, una de las últimas All of Us. A pesar de que su imagen no es tan notoria como la de sus hermanastros, el joven no solo destaca como intérprete de teleseries, sino también como deportista, ya que juega en el equipo de fútbol Junior Varsity.

RELACIÓN COMPLEJA

Sin embargo, padre e hijo no han mantenido siempre una buena relación. El propio Will lo confesó hace un año y medio en las redes sociales. Ambos protagonizaron un vídeo, en el que la estrella, de 50 años, reveló las dificultades que ha vivido con su hijo mayor. "Las cosas no siempre han sido así entre Trey y yo. Hemos luchado durante años después del divorcio de su madre. Se sintió traicionado y abandonado. Es una bendición increíble recuperarse y restaurar esta preciosa relación con mi hermoso hijo", concluye.