El indio Shridhar Chillal de Pune, de 82 años, entró en el libro Guinness de los Récords en varias ocasiones por sus uñas. Sus últimas credenciales: la longitud de las garras de su mano izquierda sumaban algo más de 9 metros. Y hasta aquí. Después de 66 años sin hacerse la manicura, este octogenario ha decidido retirarse de la competición en la que era el ganador indiscutible. Después de 66 años, se cortó las uñas.

La primera vez que aparición en el libro de los récords fue en 1979, cuando la suma de las longitudes de sus cinco uñas superaban los dos metros. Vivir con semejante zarpa no era sencillo: “Cuando duermo no me puedo mover mucho, por lo que cada media hora más o menos me despierto y muevo mi mano al otro lado de la cama”, explicaba en el 2015.

Como era de esperar, Shridhar Chillal de Pune fue un incomprendido. Su familia siempre estuvo en contra de esta obsesión por dejar crecer y crecer las uñas. Pero él les demostró que podía hacer vida normal, incluso trabajar. Encontró en la fotografía su profesión y se las apañó para que no fueran un problema. De hecho, solo dejó crecer las uñas de su mano izquierda.

Eso sí, el peso creciente de su mano derecha le pasó factura: “Me duelen mucho la muñeca, el codo y el hombro; y en la punta de la uña siempre tengo la sensación de quemazón”. ¿Entonces? ¿Por qué tantas incomodidades y sufrimiento? Solo él tiene las respuestas.

En un museo

Shridhar ahora vuelve a ser una persona ‘normal’. Y siempre que eche de menos sus cultivadas uñas, que cuidadaba con esmero, pues eran frágiles, podrá verlas en Nueva York. Y es que el museo más absurdo del planeta, el Ripley, situado en Times Square, acogerá en sus vitrinas sus largos apéndices.

Las largas uñas de Shridhar compartirán espacio con incontables rarezas, entre excentricidades y extrañas mutaciones. En la colección Ripley se pueden encontrar desde un Mini Cooper cubierto por un millón de cristales de Swarovski a un retrato de Einstein hecho con cientos de tostadas pasando por un caimán albino con ojos azules y una cabra-cíclope.