Alfred Hitchcock recibió un día una carta de un espectador que decía: Después de ver 'Las diabólicas' mi hija no quiso tomar nunca más un baño. Y tras 'Psicosis' ya no querrá ducharse. ¿Qué debo hacer?". La respuesta del cineasta fue: “Llévela a la tintorería”.

Hitchcock, en los años 60, no era el Dios que es hoy. La crítica le tenía por un hábil artesano, un buen hacedor de películas. Pero nada más. Los periodistas le trataban con condescendencia y burla. 'Psicosis' se convitió en la tercera película más taquillera de 1960, por detrás de 'Ben-Hur' y 'Can-Can'. Pero los intelectuales le masacraron y calificaron al realizador de sádico, amoral y pornográfico. Hasta que llegó François Truffaut y se puso a sus pies. En 1962, el director francés tenía 30 años y había rodado tres películas. Hitchcock tenía 63 y daba los últimos toques a su filme número 48: 'Los pájaros'. Truffaut, crítico de 'Cahiers du Cinéma', le escribió una larga carta pidiéndole una entrevista. En ella le decía que le consideraba uno de los mejores directores (si no el mejor) del mundo. Al cineasta inglés se le saltaron las lágrimas y aceptó.

OCHO DÍAS

El encuentro duró ocho días y dio fruto a un revolucionario libro, considerado la biblia del celuloide: 'El cine según Hitchcock' (Alianza). Ahora, el texto se convierte en un absorbente documental, que incluye lasgrabaciones originales del encuentro entre los dos colosos. Unas cintas que el crítico Serge Toubiana, ex director de la Cinemateca francesa y autor de una biografía sobre Truffaut, encontró, por casualidad, en unas oficinas parisinas en los años 90. "Un milagro", recuerda Toubiana, autor del guion del documental, que se estrena este viernes y que además de imágenes de archivo y las grabaciones originales incluye testimonios de cineastas comoMartin Scorsese y David Fincher diseccionando películas que hoy son veneradas y que, en su día, fueron vilipendiadas.

La magia de de la película 'Hitchcock/Truffaut' es que uno sale con ganas de revisar toda la filmografía del autor de 'Sospecha'. Pero en pantalla grande, no en móvil, como pide, con sorna, Toubiana. "Cada vez hay menos cines. Estoy seguro de que si Truffaut viviera hoy [falleció de cáncer a los 52 años] no sería feliz", añade. El director de 'Los 400 golpes' -título germen de un movimiento que cambió el cine: La Nouvelle Vague- sí que fue feliz cuando se sentó frente a su idolatrado Hitchcock para entrevistarle.

El francés no hablaba inglés. Y el inglés no hablaba francés. Una traductora se sentó entre ambos y empezaron a hablar. De cine y de vida. Truffaut, todo un conquistador de mujeres, y Hitchcock, un hombre acomplejado con serias dificultades para relacionarse con las féminas, terminaron siendo amigos. El francés encontró en el inglés al padre que nunca conoció. El inglés encontró en el francés al crítico que, por fin, le tomaba en serio y le trataba como lo que era: un autor.

ASESINATOS Y AMOR

En 1979, un año antes de su muerte, el director de 'Vértigo' (que jamás ganó un Oscar) recibió un homenaje en el American Film Institute. "En América ustedes respetan a Hitchcock porque filma escenas de amor como si fueran asesinatos. En Francia le respetamos porque rueda los asesinatos como si fueran escenas de amor", sentenció el director de 'Jules y Jim'.