El actor Hugh Grant, de 59 años, ha salido en defensa del príncipe Enrique y la decisión de retirarse de las tareas oficiales de la familia real para mantenerse, por sus propios medios, entre Canadá y el Reino Unido. Durante una entrevista radiofónica, Grant declaró: «Estoy más bien del lado de Enrique. La prensa de los tabloides mató de hecho a su madre. Ahora están haciendo pedazos a su mujer». El actor que lleva casi una década luchando contra la intrusión de cierta prensa en la vida privada de celebridades y ciudadanos anónimos, añadió aludiendo al príncipe: «Creó que, como hombre, es su misión proteger su familia y estoy con él».

Grant, que ha hecho activismo en contra del brexit y de Boris Johnson, fue uno de los famosos cuyo teléfono móvil fue intervenido ilegalmente por un diario sensacionalista. En el 2018 recibió una cantidad no especificada del grupo Mirror, que donó a una campaña contra el pinchazo de teléfonos como práctica de los tabloides británicos, que ahora persiguen implacables a Enrique y Meghan. El príncipe tiene puesta una demanda contra los diarios The Sun y Mirror por pinchar hace años su teléfono.

defensores y detractores / Otro personaje célebre que ha salido en defensa de los duques de Sussex es el músico Stormzy, para quien no hay ningún motivo «creíble», por el que a la gente no le guste Meghan. «Es una mujer muy dulce, hace lo que cree y ellos la detestan», pero cuando les piden razones para esa negatividad, «no se encuentra nada creíble en ello».

La guerra entre la prensa y los duques de Sussex se ha calentado aún más después de que desde el Mail on Sunday adviertan que podrían llamar a declarar ante el juez al padre de Meghan, Thomas Markle, como testigo contra su hija.

La duquesa demandó al periódico por haber violado sus derechos de autor al publicar una carta que ella envió a su padre. El argumento de los abogados del Mail on Sunday es que, Meghan, como el resto de los miembros de la realeza, «depende de la publicidad, sobre ellos mismos, para mantener las posiciones privilegiadas que tienen» y por tanto, «no puede esperar privacidad». También argumenta que el padre de Meghan tiene derecho a defenderse y «a dar su versión de lo que ha pasado entre él y su hija».