Jesús Vázquez vuelve a ponerse el viernes (Tele 5, 22.00) al frente de ‘La voz kids’, un programa en el que dice ser feliz. Este año, la lucha por el liderazgo entre cadenas les llevará a competir en la misma franja con el concurso ‘Tu cara no me suena todavía’ (A-3 TV), y él lo lleva con resignación. Aunque espera que el pulso lo gane el suyo.

¿Ilusionado con esta tercera edición? Sí, porque es un programa en el que soy feliz casi al 100%. Porque, aunque hay momentos muy complicados, como lo de las audiciones a ciegas, disfruto mucho haciéndolo. En las audiciones es lo más duro, porque es cuando más trabajo y más emociones debo manejar. Y es que estoy con las familias, que lo pasan muy mal.

¿Y cómo ve que los viernes compitan dos programas familiares? Así es la tele. Competimos siempre, como es normal, porque somos empresas que tienen que dar resultados. Hacemos programas con todo el corazón pero debemos ser conscientes de que formamos parte de grupos empresariales que luchan por liderar. A mí me da pena desde las trincheras, Porque, además, tengo amigos en las de enfrente. Nuestros jefes quieren ganar los dos, pero yo también, sinceramente. Les he dicho: "Si gano yo, os invito a una cena. Si ganáis vosotros, me invitáis a mí".

Para el telespectador es una jugada... Lo ha descrito muy bien. Ya he visto titulares que hablan de choque de trenes, de la gran batalla. Quisiera pensar que no solo somos eso. Somos dos grandes formatos y que gane el mejor. Pero, en lo más profundo de mi corazón, quiero ser yo [ríe]. Prefiero invitar yo.

Hábleme de los gemelos de esta edición. ¡Antonio y Paco!. ¡Son de graciosos...! Aparte de lo bien que cantan, lo hacen idéntico, con los giros exactamente al mismo tiempo, y también hablan a la vez.

Pero no son los únicos... Hay mucho nivel este año. No sé si tendrá que ver con la cultura de las las nuevas tecnologías y de la música tan presente en la vida de los niños, pero tenemos una cantera maravillosa en la que está el germen de futuras estrellas.

La gente parece que cree en su formato. Y eso me llena de orgullo. Muchos me dicen: "Yo no llevaría a mi hijo a un programa, pero al tuyo sí". También me emociona que me digan: "Aquí respetáis la música y a los niños. Es un programa serio, no buscáis el morbo, ni las explotaciones". Y es que eso es lo único que nos importa, y es la base del programa. Por eso los 'coaches' hacen las audiciones de espaldas, porque no nos importa el físico, el origen, la condición, ni el color. Solo nos importa la voz .

Los peques disfrutan, pero también sufren.... Cuando asumes llevar a tu hijo a un concurso, le puede pasar ambas cosas. Pero aquí no echamos a la gente, sino que elegimos equipos. Siempre es más suave que decir 'no', sobre todo si se trata de un niño.

Con niños las emociones son más fuertes... Son más auténticas, porque no tienen filtros. Cada una de sus lágrimas es de verdad. Por eso me gusta este programa: porque nos arrastra a todos a ser más de verdad.

Rosario repite como 'coach'. Es que los niños la adoran. A mí me pareció una gran apuesta porque es una superartista, pero, sobre todo, una supermujer. Cuando llegó el año pasado, muchos niños no la conocían, porque no es de su generación. Pero, como les enamoró, ahora todos quieren irse con ella. Y está contentísima. Porque ha notado toda esa corriente de cariño de los niños que no se esperaba a estas alturas de su carrera.

Y Antonio Orozco ha pasado a ser 'coach'. Funciona muy bien, porque le sale la vena de padrazo. Y con David Bisbal se han hecho muy amigos y se hacen bromas. Aunque la gente piense que en el mundo del artisteo y la tele todo son cuchilladas y envidias, esto, a veces, pasa.

Pues a Bisbal se le ve como más divino. Denle una oportunidad. No hagan juicios antes de verlo. Porque, aparte de que está para comérselo con los niños, hay un momento de las audiciones con una niña que creo que es el más mágico vivido en todas las ediciones. Está maravilloso. Y muy gracioso con Antonio. Parecen un dúo cómico. No se pueden estar tres horas solo con con emoción, hay que reír. Ellos son lo que este programa necesitaba.