Joaquín Sabina reapareció ayer en el homenaje que diferentes artistas hicieron al poeta uruguayo Mario Benedetti en el Instituto Cervantes de Madrid. Se trata de la primera vez que el cantautor acude a un acto público desde la fatal caída que sufrió durante su concierto en el Wizink Center el pasado mes de febrero. Además, tampoco se había tenido la ocasión de hablar con el autor de 19 días y 500 noches desde que se casó, por sorpresa y en la intimidad, con su pareja, Jimena Coronado, con quien comparte su vida desde hace más de 20 años.

Con muy buen aspecto, y ac ompañado por su ya mujer, Sabina se mostró tan discreto como siempre ante las preguntas sobre su vida privada y su boda el pasado mes de junio, pero confesó cómo se encuentra de salud y cómo lleva este raro final de verano.

«Muy bien. Estoy perfecto», afirmó el cantante respecto a su estado de salud, quien confesó que, por el momento, no tiene proyectos nuevos. «Ahora mismo no, no puedo contar nada», expresó. Ante la vuelta a la rutina, Sabina sostuvo que «está siendo raro todo pero bueno, muy bien». H