Jon Sistiaga está de vuelta en el canal #0 de Movistar+ con una nueva entrega de su brillante serie documental 'Tabú' (miércoles, 22.00 horas), esta vez dedicada a los hábitos machistas de los españoles. Con el premio Ondas ya bajo el brazo, el periodista vasco explica sus sensaciones ante este nuevo examen.

¿En qué se diferencia este cuarto 'Tabú' de los anteriores? Este es el más periodístico. 'Tabú' tenía una tendencia a reportajear temas muy complicados de dar y hacer en televisión, pero de alguna manera un poco filosóficos. Hablar sobre la maldad o la muerte es un poco más etéreo. Esto del machismo es el día a día, lo que te encuentras al salir de casa o en tu propia casa. Es el tema más periodístico y más medido. Había que hilar muy fino y por eso les dije a los jefes que aquí tenía que hablar todo dios, aunque no nos gustara.

¿A qué se refiere? Hay testimonios que duelen o que fastidian, pero el programa se llama 'Tabú' por algo. Va a esos estigmas que tenemos como sociedad y que a veces no queremos escuchar. Creo que es un programa para público inteligente que es capaz de sentarse y escuchar un testimonio que le desagrade, aunque le fastidie y le remueva por dentro. Generar empatía es parte de este programa.

¿Alguna otra diferencia? Que he decidido no salir de España porque el machismo es un problemón que tenemos. Podía irme a lugares donde hay feminicidios como México o Argentina. O irme a otras culturas o sociedades donde la mujer es poco menos que un objeto. Pero yo quería hablar de mi hermana, de mi madre, de mis amigas, de mi hija… Y de mi padre, mis hermanos, mi hijo y mis amigos. Yo creo que este es un temazo para el periodista que en cuanto lo sacas despierta interés. Yo lo llevo testando durante meses y en cuanto lo saco todos mis amigos y amigas se lanzan porque todos tenemos una legítima opinión.

¿Cómo han reaccionado sus amigos? Me he convertido en el Pepito Grillo de todos mis amigos. Me dicen que soy un pesado y que estoy muy mediatizado. Ahora me fijo en cosas que antes no me fijaba. Yo creo que todos somos machistas.

¿Se considera feminista después de sumergirse en esta entrega del programa? Diría que sí. Pero sería una feminista de verdad la que tendría que decirlo. En el segundo episodio le hago a una feminista aquello de interrumpirla para decir lo que ella iba a decir.

¿Hay algún detonante que le haya motivado para elegir este tema? No. Desde que dejé de hacer documentales un poco aventureros en el extranjero me planteé un producto nuevo para #0 que era cómo puedo, desde mi experiencia personal y profesional, hablar de temas que durante toda mi carrera he manejado desde el lado del periodismo. Se trataba de hacerlo ahora desde el lado de la persona y de la reflexión. Yo sabía casi todo de la maldad y de la muerte, y lo único que hice fue ponerlo en imágenes. Del machismo me pasaba un poco lo mismo, pero es verdad que este es en el que más he aprendido. Lo he focalizado porque me parecía un temazo tabú, del que nos joroba hablar. Cuando en una cena con amigos y amigas alguien dice eso de "20 euros por barba"… ¿Y ellas no pagan? Enseguida te responden que es una forma de hablar. Ahí está el demonio, en los pequeños detalles. En el zorro-zorra, guarro-guarra, perro-perra, todos y todas…

El lenguaje es traicionero, ¿no? Si empezamos por el lenguaje, es como meter el dedo en la llaga y resulta un poco cansino. Pero hay que ser cansino. Creo que desde los medios de comunicación deberíamos ser responsables porque tenemos una labor muy importante por hacer. El tipo de letras que se transmite en las canciones o algunos programas de televisión están perpetuando roles para que unos tipos dentro de un tiempo se crean legitimados para llevar a cabo ese dominio de una manera violenta.

¿Cuál es el próximo tema que tocará 'Tabú'? Tenemos varios en cartera. Igual hacemos un 'Tabú' sobre las drogas, pero desde el punto de vista de que la lucha contra el narcotráfico no funciona. Llevamos gastando mucho dinero público en un tipo de lucha que no tiene ningún resultado. Ese es el tabú que intentan romper algunos expresidentes venezolanos, colombianos, brasileños y algún que otro político español una vez que han dejado sus cargos. El prohibicionismo no funciona.

¿Es probable que este programa sea de esos que no pone de acuerdo a nadie porque algunos lo consideren demasiado feminista y otros demasiado machista? Sí, puede pasar. Cada vez que me han preguntado si creo que lo que estoy contando ha contribuido a cambiar algo, siempre digo que no. No ha cambiado nada. Los periodistas vamos, vemos, contamos y nos volvemos. Lo de cambiar es otra cosa. Sin embargo creo que 'Tabú' es un programa que genera mucho debate en todo. Cuando hablamos de la muerte es algo que a todos nos va a pasar y que nos ha pasado a nuestro alrededor. Y cuando lo hacemos de la maldad, también nos vemos reflejados en algunas cosas. Cuando hablamos de machismo nos podemos dar cuenta de que esas cosas las hacemos nosotros también o las hemos hecho. La sociedad está tan polarizada sobre este tema que estoy seguro de que va a generar mucha controversia. Pero no me importa que me critiquen. Les suelo decir a los de mi equipo que 'Tabú' es un programa que no tiene troles. No sé si ahora lo tendremos (ríe). Creo que sí, pero eso demostrará nuestra capacidad como sociedad. Ya veremos las reacciones que provoca.

¿Cree que en España existe ahora una mayor sensibilidad con el machismo que en otros países de nuestro entorno? No. Estamos bastante igual. Mire quién está en la Casa Blanca, un tío con 60 millones de votos que dice lo de "en cuanto eres rico le puedes tocar el coño y no pasa nada". En España hay todavía medios de comunicación que siguen poniendo el foco en la víctima de La Manada y no en los hechos perpetrados por esa pandilla.

¿Qué le parece que le pusieran a la chica un detective privado? El derecho a la defensa lo tiene cualquiera. Pero utilizar las posibilidades de recuperación de una víctima como parte de tu defensa para lograr la absolución de tu cliente no me parece bien. No se le está juzgando a ella, ni su comportamiento posterior o anterior. Lo importante es si hubo o no consentimiento. Y a juzgar por los vídeos no parece que lo hubiera. ‘No es no’ es una divisa que nos tenemos que poner todos.

¿Qué tal va el restaurante que ha abierto en Madrid? Muy bien. Se llama Zoko Madrid, está cerca del Retiro y lo he montado con unos amigos. Es una aventura más. Está basado en el atún de almadraba. Se come de la leche.