José Luis Perales (Castejón, Cuenca, 1945) anda estos días presentando 'La hija del alfarero' (Plaza & Janés), su segunda novela. Sí, el cantautor del 'Un barco llamado libertad' y del '¿Y quién es él?' y de tantas y tantas canciones que forman parte de la memoria sentimental de más de una generación ha escrito un segundo libro y está amasando un tercero."Habrá que cerrar la trilogía", anuncia.

¿Se considera escritor? Yo soy un aprendiz de todo y un maestro de nada. Para mí escribir está resultando una terapia apasionada. A veces hago una canción me queda corto el espacio. Hay historias a las que me gustaría darles más tiempo, pero no me las pondrían en la radio. Así que estoy feliz de saborear las miles de no tener problemas de espacio y tiempo.

Le ha salido una historia nostálgica y costumbrista. Habla de lo que pasaba en los pueblos en la segunda mitad del siglo pasado, cuando la gente joven se iba en busca de oportunidades. Habla de una joven cargada de esperanza que se va a una ciudad con mar y de lo que le pasa a esa familia, que es como otras muchas que conocí. Es lo que yo vi en los pueblos de Castilla: la emigración. Yo me invento mi propio Vallehondo, que es como mi Macondo.

Hablando de Macondo. ¿Es cierto que a Gabo le gustaban sus canciones? Sí. Es cierto. Estaba yo en México cuando me enteré de que en una entrevista en un diario García Márquez dijo que daría lo que fuera por poder resumir como yo en tres minutos historias que a él le costaban un libro. Le llamé entoces para darle las gracias y me invitó a su casa. Fue un encuentro muy agradable, con su mujer Mercedes y sus hijos. Fuimos a su estudio y vi que tenía un tocadiscos con un disco mío. "No creas que lo he puesto ahí porque venías a mi casa. Escucho a menudo tus canciones" me dijo. "Pues yo he leído todos tus libros", lo cual era cierto, además de que yo conozco sus paisajes de Colombia perfectamente. "¿Y cuál es el que más te ha gustado?, me preguntó. Y le respondo: "Te diría varios, pero me quedo con el más corto: 'El coronel no tiene quien le escriba'. Lo que más me sorprendió de él es que entonces abrió un cajoncito y sacó un ejemplar firamdo y dedicado para mí y mi querida Manuela. "Sabía que era este el que más te gustaría", me dijo.

Volviendo al título del libro, creo que usted tiene mucho de alfarero. Pues tengo bastante. En el sótano de mi casa de Madrid tengo un taller con mi torno, mis hornos... Me paso muchas horas allí. Durante un tiempo, me obsesioné con la 'terra sigillata' de los romanos, con el primer barniz que usaron y que le daba aquel color rojizo y brillante. Hice mis propias vasijas y hasta le enseñé una a una experta en el Museo Arqueológico de Madrid que se sorprendió. Recuerdo que mi mánager me animaba a hacer una gira entonces y yo le dije que no, que estaba concentrado en mis vasijas y mis relieves.

¿No me diga que un día de estos inagura también una exposición? No, yo creo que no. Si es que yo no soy bueno en nada. Me emociono con cosas que ya están hechas, que ya existen. Es muy difícil ser inventor de algo.

¿El molde de hacer canciones sigue a punto? La mejor canción siempre está por escribir. Nunca sabes cuándo va a surgir o si va a surgir. Si se refiere a discos, no sé si voy a hacer alguno más. Siempre tengo la duda. Cuando terminé la gira de 'Calma', que fueron 70 conciertos que paseé por España y América, me olvidé de la guitarra y de escribir. Y me dará la vena dentro de un año o dos. Porque las cosas que uno considera interesantes, si se quedan archivadas, pasa el tiempo y ves que siguen ahí, entonces vale la pena contarlas. Entonces sale todo de un tirón.

¿Cómo ha sido la aventura de la banda sonora de la película 'El autor'? La he hecho en colaboración con mi hijo Pablo, que de música sabe mucho más que yo porque ha estado durante tres años formándose en Berkley, en Estados Unidos. Creo que la producción y los arreglos que ha hecho están muy bien. La película [dirigida por Manuel Martín Cuenca a partir de un relato de Javier Cercas] está genial.

¿La etiqueta de músico 'indi' que le pusieron a raíz de las colaboraciones con Love of Lesbian y Elefantes qué le parece? Por mí estupendo porque lo hicieron desde el respeto. Me sienta muy bien que la gente joven se interese por mi música. Al principio me extrañaba, después ya no, sobre todo cuando escuché a un grupo de rock duro argentino hacer una versión del 'Por qué te vas'. Los flamencos también me han dicho que mis composiciones entran bien. Lo decía y lo hizo Rocío Jurado, con el 'Que no daría yo' cantado por bulería.

¿La echa de menos? Pue sí. Es una voz y una presencia que no se prodigan demasiado. Yo estoy esperando una voz así para escribirle. Hablando de voces. Acabo de descubir el 'Y cómo es él' como bolero en la voz de Moncho. Me emociona y me encanta esa versión.

Aunque su ídolo de verdad es francés.Sí. Aznavour. Desde siempre. Lo vi en concierto hace unos meses en Madrid y quise conocerlo. Le conté que cuando yo empezaba a escribir le imitaba y eso que yo no sé francés. Me dijo que nunca es tarde para aprenderlo.

¿Se ve como él en los escenarios a su edad? Me encantaría llegar con la frescura y la voz de él. Firmaría hoy mismo por llegar tan entero como él a los 90, pero creo que no será así.