De vez en cuando vemos en las redes sociales o en televisión ejemplos de superación, principalmente de enfermedades de difícil curación y un largo proceso de sufrimiento.

La admiración por ellos es común, pero uno de estos supervivientes del cáncer alerta de la facilidad para hablar de ellos como héroes sin pensar o ser conscientes de que es esencial un entorno sanitario y social seguro. Lo que llama "beneficios de vivir en sociedad".

Se llama David Martínez y así ha expresado cómo se siente tras superar un cáncer de testículos.

Él considera que hay una tendencia a presentar estas historias como una lucha. Pero advierte que, aunque es cierto que superan grandes dificultades, lo hacen "gracias a la sociedad". Y nadie lo ve, lamenta.

Recuerda cómo en la primera cita su oncólogo lo tranquilizó. Le dijo que tenía un gran éxito de curazón el tipo de cáncer que sufría y que había cambiado mucho desde que empezó a trabajar, cuando la mayoría de los pacientes acababan muriendo. Así que se siente un privilegiado por estos avances.

Explica también cómo necesitó medicamentos y máquinas muy sofisticadas, incluso en pleno interés económico. "Mérito mío, ninguno", repite constantemente.

El sistema sanitario es esencial para él. La Seguridad Social costeó un tratamiento de unos 120.00 euros que él no se habría podido permitir. "No tenía ese dineral". Así que gracias a impuestos y contribuciones, está vivo. Sigue sin tener mérito, dice.

Por último, por tener un entorno con familiares, amigos y novio que se preocuparon de cubrir sus necesidades y hacerle el proceso alegre. "Se lo debo a ellos", recalca. Y lanza un emotivo mensaje final para concienciar sobre todo esto: