Antes era a través de una entrevista preferiblemente en televisión y en horario de máxima audiencia, ahora basta con un texto en Instagram. Es lo que ha hecho Justin Bieber, una de las estrellas más famosas del mundo. El cantante canadiense ha vuelto a tirar de red social para explicarse ante sus 118 millones de seguidores ahora que es un hombre casado (desde el año pasado y con la modelo Hailey Baldwin) y ha dejado atrás el comportamiento errático de los últimos años.

"Es duro levantarse por la mañana con la actitud adecuada cuando estás sobrepasado con tu vida, tu pasado, tu trabajo, responsabilidades, emociones, familia, finanzas y relaciones", comienza Bieber en lo que parece la captura de un texto escrito en un iPad. "A veces puede llegar al punto de no querer vivir más. Pero soy afortunado de tener a gente en mi vida que me anima a seguir.

El cantante reconoce su posición de privilegio antes de ahondar en sus traumas. "Veis que tengo mucho dinero, ropa, coches, elogios, logros, premios. Y aún así no estaba lleno. Conocéis las estadísticas de niños estrella y el resultado de sus vidas? Hay una presión brutal sobre un niño cuyo cerebro, emociones y lóbulo frontal (el que ayuda en la toma de decisiones) no están del todo desarrollados todavía.

Bieber recuerda que creció en un hogar inestable, con unos padres muy jóvenes, que vivían separados y apenas tenían dinero. "Pasé de ser un chico de 13 años de una ciudad pequeña a ser alabado por todo el mundo, millones de personas decían cuánto me querían y lo genial que era. Todo el mundo lo hacía todo para mí, así que nunca aprendí cosas fundamentales sobre la responsabilidad. Cuando tenía 18 años y ningún conocimiento de cómo funciona el mundo real, me vi con millones de dólares y acceso a cualquier cosa que deseara. Esto es algo que le daría miedo a cualquiera.

"Cuando tenía 20 años tomé todas las malas decisiones que te puedas imaginar y pasé de ser una de las personas más queridas y adoradas del mundo a la más ridícula, juzgada y odiada. Estar sobre el escenario, según algunos estudios, supone un subidón de dopamina más grande que cualquier otra actividad, y esos subidones y bajones son muy duros de manejar. Habrás notado que muchos grupos y artistas acaban en una fase de drogadicción y creo que es por ser incapaces de manejar los altos y bajos que suponen ser un artista de entretenimiento".

Y entonces confiesa: "Empecé a consumir drogas duras a los 19 y denigré a mis parejas. Me volví un resentido y perdí el respeto a las mujeres. Me distancié de todos los que me querían y empecé a esconderme tras un caparazón. ... Me ha llevado años recuperarme de todas esas decisiones, arreglar esas relaciones rotas y cambiar mis malos hábitos en las relaciones.

Finalmente, Justin agradece a Dios y a su matrimonio con Hailey Baldwin haberse recuperado de todos esos problemas. "Ahora estoy navegando por la mejor época de mi vida, el matrimonio! Que es una nueva responsabilidad increíble. Aprendes paciencia, confianza, compromiso, amabilidad, humildad y todo lo que significa ser un buen hombre".