Después de 35 semanas completamente ausente, Kim Kardashian ha regresado de lleno. La ‘celebrity’ no solo ha reabierto su cuenta de Instagram que llevaba sin actividad desde que sufrió el secuestro en París, si no que ahora también ha hablado del duro momento entre lágrimas de manera pública.

"Me van a disparar por la espalda", "no hay manera de escapar", relata Kardashian en un tráiler que ha emitido la cadena Enews, que produce la serie 'The Kardashians', y en el que revive por primera vez su ataque en París.

En tráiler promocional de la próxima temporada de su exitoso ‘reality’, que se podrá ver en marzo, Enews ofrece una breve secuencia en la que se ve a la estrella llorando mientras explica a sus parientes cómo fue agredida cuando unos ladrones entraron a principios de octubre en la habitación del hotel donde se alojaba y le robaron sus joyas, dejándola atada en el cuarto de baño.

RETORNO A LAS REDES

Kardanshian afirma que pensó: "Me van a disparar por la espalda" y "no hay manera de escapar". "Estoy realmente enojada cuando lo pienso", añade la ‘celebrity’, de 36 años, que ha guardado una total discreción ante el episodio y que hasta ahora no había explicado públicamente el ataque. Esta semana ha decidido regresar a las redes sociales publicando fotos de su familia.

La estrella televisiva, que tiene 49,4 millones de seguidores en Twitter y 89,8 millones en Instagram, fue asaltada en la noche del 2 al 3 de octubre en un discreto hotel de lujo en París, donde se alojaba para asistir a la Semana de la moda.

ATADA, AMORDAZADA Y ENCERRADA

Los ladrones, armados, enmascarados y vestidos con chaquetas de policía, inmovilizaron al vigilante nocturno y, a continuación, dos de ellos entraron en el apartamento de la estrella, donde la apuntaron con un arma en la cabeza antes de atarla y amordazarla para posteriormente dejarla encerrada en el cuarto de baño.

Los ladrones huyeron en bicicleta, según las primeras investigaciones y se llevaron un anillo de un valor de cuatro millones de euros y un joyero con joyas valoradas en cinco millones, el mayor robo cometido a un particular en los últimos 20 años en Francia.