Con un patrimonio estimado en 750 millones de euros, no le faltaba nada, aunque visto lo sucedido a lo largo de su vida tal vez carezca de algunas cosas. «¿Se da cuenta de lo que significan 10.000 euros para cada uno de nosotros?», se preguntaban atónitos el martes pasado los empleados de Fiat, cuando desde los EEUU llegó la noticia de que Lapo Elkann, de 39 años, uno de los nietos de Gianni Agnelli, había sido arrestado por haber simulado el secuestro de sí mismo.

Según una llamada telefónica que recibió la família, el supuesto secuestrador era una transexual de 29 años, que pedía la nimiedad de 10.000 euros por su liberación. En realidad se trataba solo del dinero necesario para proseguir dos desenfrenados días de juerga, a base de sexo y drogas.

Es solo el último capítulo de una familia marcada por el dolor. El padre de Gianni Agnelli murió cuando su hijo y futuro presidente de Fiat tenía solo 14 años. Edoardo, su único hijo varón, que siempre había vivido apartado de la familia y sumergido en sorprendentes arrebato místicos, se suicidó tirándose de un puente de una autopista del norte de Italia a los 46 años, después de haber sido arrestado y absuelto en Kenia (1990) por posesión de drogas, país donde se estaba desintoxicando y prestando sus servicios a una comunidad de niños.

Giovanni Alberto, conocido como Giovannino, hijo deUmberto Agnelli y sobrino de Gianni, que iba para heredero de la primera industria italiana, murió de un cáncer relámpago a los 36 años. El cargo de FAC, la nueva Fiat-Chrysler guiada por Sergio Marchione, pasó así a John Elkann, hijo deMargherita, hermana del presidente. Es el mismo Marchione que en 2007 se había opuesto a una vuelta de Lapo a Fiat, aduciendo que dirigir una empresa comporta responsabilidades.

No es la primera vez que Lapo llena las páginas de la prensa de sucesos, del corazón, de la moda y de los chismorreos. En 2005 y en Turín, entonces capital de Fiat -actualmente la industria está repartida entre Italia, Holanda, Reino Unido y los EEUU-, le salvaron la vida por los pelos después de días de otras juergas con varios transexuales.

LLAMADO A TRIUNFAR

Sin embargo, desde los comienzos, su vida parecía lanzada a ocupar algún lugar importante en las industrias de la familia, como así fue. Nacido en Nueva York, se diplomó en Letras en París y se licenció en Relaciones Internacionales en Londres. Hizo la mili y, siguiendo una tradición familiar, entró a trabajar en una de las empresas como simple obrero, con el seudónimo de Lapo Rossi, participando incluso en las huelgas para mejorar los salarios.

En los años sucesivos aprendió el arte de dirigir en varias empresas internas y externas al grupo Fiat y su tio Gianni le colocó incluso como asistente personal de su amigo Henry Kissinger. Poco a poco, comenzó a escalar en la marca, principalmente en el ámbito de la comunicacion del grupo industrial destinada al segmento de población más jóven y cuidaba las presentaciones en público de algunos modelos. Obtuvo el cargo de responsable de la promoción de Fiat, Lancia y Alfa Romeo y se responsabilizó del lanzamiento mundial del nuevo Fiat 500.

Creó una sociedad encargada de personalizar los productos de la empresa: un Ferrari de color camuflaje, un avión personal de azul eléctrico, gafas de solo fibra de carbono, una línea de ropa y otra de relojes, accesorios domésticos y automovilísticos, joyas, bicicletas, patines para desplazarse en las ciudades.... y fundó su empresa, Italian Independent Group, entrando, además, en los consejos de administración de varias sociedades y recibiendo premios por sus ideas innovadoras.

La prensa del corazón le ha atribuido numerosas novias, desde la actriz Martina Stella hasta la multimillonaria kazaka Goga Askenazi. La última habría sido, por pocos meses, la modelo alemana Shermine Shahrivar, idilio roto el pasado septiembre. Este miércoles, tras el arresto en Nueva York, ella le escribió: «Hasta que no caes hecho añicos, no sabes de qué pasta estás hecho, te da el impulso de reconstruirte otra vez, más fuerte que nunca». Muchos lo esperan.