Cuando la polémica del vídeo que protagonizaron la reina Sofía y la reina Letizia a las puertas de la catedral de Palma el pasado domingo de Pascua aún colea (y lo que queda), Letizia ha vuelto este jueves a un acto público en Madrid exhibiendo la mejor de sus sonrisas.

A su llegada a la II Jornada sobre Tratamiento Informativo de la Discapacidad en Redes Sociales, donde ha estado acompañada por la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, Letizia ha saludado a los presentes, pero ha hecho caso omiso a los reporteros que le han preguntado cómo se encontraba tras la repercusión del vídeo en el que intenta impedir una foto de la abuela con sus nietas.

Por más que según la amiga de la Reina Inma Aguilar, Letizia se encontraría "preocupada y bastante desolada", por el rifirrafe, la esposa de Felipe VI ha reaparecido cumpliendo así los compromisos de su agenda oficial. Esta mañana todos los ojos estaban fijados en analizar de nuevo cada gesto suyo, pero si actitud, muy profesional, no ha cambiado ni un ápice en comparación con otros actos habituales. Ha cumplido con el protocolo, así que a falta de declaraciones sobre la relación que mantiene con su suegra, digamos que vestía de forma sobria, con una chaqueta en tonos rojos, blancos y negro de tweed firmada por Hugo Boss.

Noticia internacional

El vídeo del rifirrafe entre la reina Sofía y la reina Letizia, con la reacción añadida de la princesa Leonor, retirando la mano de la abuela, sigue siendo tema recurrente de conversación esta semana. Y ha alcanzado rango de noticia internacional. Y lo curioso de todo es que al final, pese a los esfuerzos de la reina Letizia por evitar la foto de la abuela con las niñas, la foto se hizo. Aunque a estas alturas eso ahora es casi lo de menos.

Por más que la protagonista haya intentado quitarle hierro, y que Zarzuela guarde el preceptivo silencio, tildándolo de "episodio privado en el marco de un acto público", lo cierto es que del incidente entre suegra y nuera ha salido clara una vencedora, la reina emérita, cuya popularidad y aceptación siempre ha superado a la de la reina Letizia. También ha evidenciado que entre ambas la mala relación es evidente.

De todas la reacciones, que las ha habido de todo tipo, una de las mas comentadas ha surgido del entorno de la familia. Se trata de la de Marie-Cantal Miller, la mujer de Pablo de Grecia y sobrina política de la reina Sofía, que a través de Twitter manifestó: "Ninguna abuela merece este tipo de trato".