Quien haya visto Stranger things sabe que el personaje de Billy Hargrove se ha erigido como el guaperas de la popular serie de Netflix. Solo hay que ver las lascivas miradas que las mamás de Hawkins, el pueblo en el que se ambienta la ficción de los hermanos Duffer, le dedican al socorrista malote cuando se pasea por la piscina con aires de suficiencia en una tercera temporada en la que el chico cobra un especial protagonismo (no revelaremos más para no soltar spoilers).

En la vida real, el actor que lo interpreta, el australiano Dacre Montgomery (Perth, 1994), también sabe lo que es lucir palmito, ya que se ha convertido en modelo de la campaña publicitaria de H&M basada en la colección ochentera de Stranger things. Ahora, incluso, es la imagen de portada de la edición australiana de la revista Men’s health, donde presume de músculos y habla de su rutina de ejercicios, en la que no han faltado el running, el boxeo, las cintas de resistencia, el surf o el yoga.

Sin embargo, según él mismo ha revelado en su cuenta de Instagram, su infancia y adolescencia no fueron nada fáciles, ya que sufrió bullying debido a su sobrepeso y tuvo que enfrentarse a problemas de ansiedad.

Hijo de padre neozelandés y madre australiano-canadiense que trabajaban en la industria del cine, Montgomery tuvo claro desde muy temprano que su sueño era ponerse delante de las cámaras. A los diez años tuvo su primer papel como extra y decidió que lucharía por convertirse en actor. Comenzó las clases de interpretación con 12 años y, durante el instituto, no paró de participar en obras de teatro, hasta que entró en la Academia de Australia Occidental de Artes Escénicas. Pero no todo fue un camino de rosas.

«UN NIÑO GORDO» / «De pequeño estaba perdido. El colegio fue una etapa realmente complicada. Era un niño gordo al que le encantaba el teatro. Nunca conseguía pasar de curso, no era popular ni tenía talento para los deportes. Las chicas nunca se interesaban en mí. Sufrí ansiedad desde muy pequeño», enumera el actor.

«Pero tuve un sueño, tuve suerte. Cada noche al volver a casa me centraba en eso. Visualicé un futuro donde mis sueños se hacían realidad», explica Montgomery, un gran admirador de sus compatriotas Hugh Jackman y Heath Ledger.

«Cuanto tenía 15 años suspendí los exámenes de la escuela de teatro. Cuando tenía 16 me dijeron que tenía que perder peso. Cuando tenía 17 me dijeron que debía ir a la escuela de arte dramático. Cuando tenía 18 me echaron del trabajo. Cuando estaba en la escuela de arte dramático me dijeron que lo dejase. Cuando tuve un sueño me dijeron que no podía conseguirlo», prosigue el actor que después del instituto llegó a perder 25 kilos. «¿Sabéis qué? Perdí peso, fui a la escuela de arte dramático y nunca dejé de intentarlo. Nunca dejé que los fallos me desanimasen. Porque creía en mí y nunca permití que nadie me dijera lo contrario», concluye Montgomery.

Puede que Jackman y Ledger fuesen su inspiración, pero seguro que él ahora será un referente para otros jóvenes que también tengan sus propios sueños.