Mariah Carey ha decidido hablar claro sobre las duras acusaciones de su hermana, Allison, que llegó a denunciar a su propia madre el pasado verano por haber, presuntamente, obligado a prostituirse. Ahora, la artista asegura que fue su propia hermana quien quiso venderla a ella a un proxeneta.

La neoyorquina desvela algunos de los capítulos más duros de su vida en un libro autobiográfico del que ha hablado abiertamente en 'El show de Oprah Winfrey', un programa de entrevistas de la televisión estadounidense, presentado y producido por Oprah Winfrey.

La intérprete de 'Whith you' relató que, cuando tenía 12 años, fue "drogada" por Allison con tranquilizantes y drogas, que llegó a ofrecerle cocaína y que, una vez tomado el control de esta, intentó venderla a un proxeneta.

AUTÉNTICO CALVARIO

A lo largo del programa, Carey, de 51 años, se posicionó en contra su hermano, Morgan. Le describe como "un tipo muy violento" que convirtió su vida en un auténtico calvario, tanto por las palizas que le propinaba como por el clima de tensión que ese carácter provocaba en una casa, como ella misma explica, muy desestructurada.

La cantante, conocida como el 'ave cantora suprema' por el Libro 'Guinness de los récords', a lo largo de la entrevista también se refirió a la pesadilla que vivió durante su matrimonio con el directivo de Sony Music Tommy Mottola. Según Carey este llegó a provocarle el sentimiento de que "no era digna de existir". No solo eso, sino que se veía a ella misma como una suerte de "cajero automático con una peluca puesta".

¿Por qué ahora? ¿Por qué no se ha atrevido a sacar todos estos capítulos negros a la luz?, le preguntó Winfrey. A lo que la diva respondió que no estaba preparada, como sí lo ha estado ahora: "Me ha llevado toda una vida tener el coraje y la claridad para escribir mis memorias. Quiero contar la historia de mis momentos: los altibajos, los triunfos, los traumas, las debacles y los sueños que contribuyeron forjar a la persona que soy hoy", concluye.