La boda de mañana en Windsor ha atraído como moscas a los miembros de la problemática familia de Meghan Markle. Todos quieren un bocado del pastel nupcial. Rencorosos, amargados y resentidos por no haber sido invitados, el clan de los Merkel está protagonizando un reality show con el que no contaban en el palacio de Kensington. La falta de un padrino para acompañar a Meghan al altar, apenas 48 horas antes de la ceremonia, muestra la falta de control en la organización del que debía ser un día feliz y perfecto. Ya se han escuchado los primeros reproches y el príncipe Enrique, que siempre ha responsabilizado de la muerte de su madre Diana a la prensa, está furioso. Han vuelto a amargarle otro momento decisivo de su vida.

El padre, Thomas Markle ha provocado un gran escándalo al posar a cambio de dinero para un paparazzi, en unas fotos que parecían robadas. Cuando el daño estaba hecho, el padre reconoció haberse «equivocado» y dijo sentirse «profundamente arrepentido». Lo cierto es que sigue concediendo entrevistas al portal de famoseo americano TMZ. Las últimas desde la cama del hospital donde se recupera de una operación de corazón. Los hermanastros. Samantha y Thomas Jr. son hijos del primer matrimonio del padre de Meghan con Roslyn Loveless.

La relación de ambos con la actriz ha sido muy distante desde hace años. Thomas Junior, de 51 años, divorciado dos veces, arregla ventanas en Oregón, donde reside. Los negocios no deben irle muy bien porque él también tuvo que declararse en bancarrota.

En enero del año pasado fue detenido por apuntar con una pistola en la cabeza de su novia, que finalmente no presentó cargos.

Violento, con problemas de alcohol, según su exmujer, escribió una carta pública al príncipe Enrique en la que sugería que anulara la boda con Meghan porque «aún estaba a tiempo de no cometer el peor error de su vida». Esta semana ha viajado a Londres a pesar de no estar invitado a la boda, dispuesto a hacer declaraciones a quien quiera recompensarle por el esfuerzo. Visto como sopla el viento ha cambiado de parecer sobre su hermanastra.

«Va ser una de las mejores cosas que le ocurran a la familia real», ha declarado al Daily Mirror. «Es la perfecta princesa moderna». Samantha Grant de 53 años (Samantha Markle de soltera) no ha parado de dar entrevistas en las televisiones americanas y alguna británica, a pesar de llevar una década sin haber visto a su famosa hermanastra. Samantha, que sufre de multiesclerosis, ha escrito un libro de memorias titulado El diario de la hermana de una princesa trepadora, aún por publicar. El miércoles también ella acabó en el hospital con un tobillo roto después de un accidente de coche, durante una confrontación con un fotógrafo en Florida.

Tracey Dooley, la excuñada de Meghan, no ha hablado con la actriz desde hace 20 años. Eso no es óbice para relatar vida y milagros de ella y presentarse también en Londres con su hijo Tyler, dispuesta a ofrecer sus servicios al mejor postor. Tyler, el medio sobrino de Meghan, tiene 25 años y posee una granja de cannabis en Oregón donde vive y esa droga es legal.