Maite Zaldívar ha disfrutado el fin de semana de los suyos tras abandonar, la tarde del pasado viernes, la prisión de Alhaurín de la Torre, en Málaga, con el tercer grado. "Estoy muy feliz", dijo tras abrazar a su pareja, Fernando Marcos.

"Voy a estar con mis hijas, con mis nietos, con mis amigos... ir a la playa, a que me de el aire. Besos a todos", comentó antes los medios congregados a la puerta del centro penitenciario donde ha estado recluída dos años por blanqueo de capitales.

HARÁ DE 'CANGURO'

Para conseguir el tercer grado, a Maite Zaldívar no le bastaba con su buena conducta, sino que debía salir con un empleo. Y así ha sido.La exmujer del exalcalde de Marbella cuidará de su nieta a cambio de un contrato y un sueldo que se ha comprometido a pagarle su hija Elia. "Por supuesto que será así. He aprendido a apreciar mucho las cosas", añadió Zaldívar, que se une al resto de procesados principales del 'caso Malaya' que han conseguido el régimen de semilibertad.

Mayte Zaldívar fue condenada por un delito de blanqueo de dinero dentro del 'caso Malaya', por el que ha cumplido una pena de 22 meses de prisión (de los dos años y medio a los que estaba condenada). Fue también multada a pagar 1'7 millones de euros, pero se declaró insolvente. A partir de ahora, seguirá lo que le resta de sanción en un régimen de semilibertad en un centro de inserción social, donde pernoctará de lunes a viernes.