Cuando sale en la prensa, es acompañando el nombre del que se convertirá en su marido el próximo sábado, el tenista Rafa Nadal. Pero Mery Perelló, conocida como Xisca hasta que ella comunicó que en su entorno la llamaban Mery es mucho más que «la novia de toda la vida» del deportista. Este es el perfil publicado en Diario de Mallorca.

Natural de Manacor, la joven nació el 7 de julio de 1988. Es hija única. Su padre, Bernat Perelló, se dedica al sector inmobiliario, un constructor que aprendió el oficio de su padre, también llamado Bernat Perelló. Su madre, Maria Pascual, es funcionaria y trabaja desde hace años en el Ayuntamiento de Manacor.

La joven, que el pasado sábado celebró con la hermana de Rafa, Maribel Nadal, y unas amigas su despedida de soltera en el barrio de Santa Catalina de Palma mientras el novio hacía lo propio con unos amigos bailando en la discoteca Social Club, es actualmente directora de estrategia y relaciones institucionales de la Fundación Rafa Nadal, un puesto para el que ha estado preparándose durante años a nivel académico y laboral.

La manacorina se licenció en Dirección y Administración de Empresas en la Universidad de las Islas Baleares. Realizó sus primeras prácticas en Endesa, y también ejerció de relaciones públicas en la Copa del Rey de Vela de Palma en el año 2011, patrocinada por Mapfre, empresa que decidió contar con ella en el departamento de márketing. Según la propia empresa de seguros, Mery siempre destacó por su profesionalidad. Más tarde la enviaron a una filial en Londres, donde estuvo unos meses.

DISCRETA / Perelló siempre se ha mostrado discreta, en un segundo plano. Es una mujer que mide sus pasos y que sabe lo que quiere. No ha hablado con la prensa por ser la novia de todo un campeón sino para explicar los proyectos de la Fundación. Mide sus palabras, sus movimientos y es perfeccionista. Es inevitable que sea fotografiada, ya sea durante sus vacaciones o en las gradas animando a su pareja. Es en esas imágenes en los torneos de tenis donde se puede ver cómo su mirada serena y segura se vuelve intensa y expresiva. Es la que más sufre y la que más se alegra por las derrotas y los triunfos de Rafa: grita, aplaude, celebra, anima y resopla.

A Mery le gusta ir de compras acompañada de alguna de sus amigas, caminar por la orilla del mar, navegar y descansar en la cubierta del barco del tenista, y bañarse y bucear en aguas cristalinas, ya sea en Mallorca o en Bahamas, donde recientemente la pareja ha pasado unos días en forma de luna de miel anticipada.

Perelló también ha mostrado su cara más solidaria y su convicción de que la práctica deportiva es clave para mejorar el bienestar de las personas. Organizó la carrera solidaria Millor Junts en Palma, que reunió a unas 500 personas, destinada a jóvenes en riesgo de exclusión social, colectivo con el que trabajan desde la Fundación.

Desde la entidad se trabaja a través del deporte y la educación para reforzar la integración y el desarrollo personal y social de niños y jóvenes en España y la India.

ESTILO CLÁSICO / Su estilo a la hora de vestir es clásico, sencillo, elegante y cómodo. Y es presumible que así será también el traje de novia que ha diseñado para ella Rosa Clará. Mery y Rafa se conocieron gracias a la hermana de Nadal, Maribel, que el sábado pasado, como buena amiga, lucía un unicornio en la cabeza en la despedida.

Su relación sentimental empezó en el 2005, año en que el manacorí se alzó con su primer Roland Garros. Desde entonces han sabido proteger y mantener su relación al margen de los flashes, con intimidad y discreción. Sin esconderse pero sin hacer ruido.

Y así es como, casi quince años después, van a darse este sábado el «sí quiero» en una ceremonia religiosa blindada a los medios y en la que, además de amigos y familiares cercanos y queridos, se esperan deportistas y quizá también los reyes eméritos.

Será dentro de la finca de sa Fortalesa en la localidad de Pollença y la oficiará el sacerdote Tomeu Català, que ya ha dicho: «Uniré en matrimonio a dos personas que se quieren». Dos jóvenes que se ruborizaban hace quince años, ahora un poco más adultos.