Pasan los años y la edad no perdona. Pero para Mickey Rourke, de 65 años, no hay declive que valga. El que fuera uno de los hombres más sexis de finales de los 80 ha pasado por quirófano para operarse la nariz, por sexta vez. A esta última intervención hay que sumarle una operación de bolsas en los ojos, un injerto de pelo, varios retoques estéticos en los labios y una inyección de botox para suavizar las arrugas de la frente.

Rourke, que saltó al estrellato tras su papel como protagonista en 'Nueve semanas y media', ha publicado una foto con su cirujano tras la operación en su cuenta de Instagram. "Momentos después de la operación de nariz junto al Dr. Dhir. Ahora soy guapo otra vez. Y todavía me queda una. No sé ni qué dia es ni siquiera que me he dado cuenta de que la operación ha terminado", escribe Rourke en un 'post' en el que da la mano a su cirjuano mientras reposa en la camilla de la clínica.

UNA CARRERA DE ALTOS Y BAJOS

Mike Rourke abandonó la interpretación entre 1991 y 1994 para dedicarse al boxeo, disciplina en la que le fracturaron la nariz un par de veces. Tras su paso por el cuadrilátero, Rourke volvió a actuar en varios filmes como actor secundario. En el 2008, el expúgil tuvo un nuevo momento de gloria gracias a 'El luchador', cinta en la que interpretó a un luchador profesional en decadencia y por la que recibió el Globo de Oro, un Premio Bafta y una nominación a mejor actor en los Oscar.

Desde entonces, ha aparecido en películas como 'Iron Man 2'. Su último papel como villano en 'Los mercenarios' (2010) le sirvió para devolver el favor que le hizo Sylvester Stallone cuando, en uno de los momentos más bajos de su carrera, le ofreció un papel en 'Asesino implacable', donde Rourke era un productor de pornografía 'amateur' con unos métodos más que controvertidos.