Miley Cyrus ha cambiado. Ha dejado atrás sus excentricidades y sus caprichos para convertirse en una joven madura y responsable. Desde que la exchica Disney se reconcilió con Liam Hemsworth, la cantante está volcada en su chico --la mayor prioridad de su vida--, su trabajo, su familia y sus actos solidarios.

Ha renunciado a los fiestones, a las borracheras, a las actuaciones fuera de tono, a los posados sin ropa, a los festivales… Lo importante es estar junto a su pareja y demostrarle que en esta ocasión tiene claro qué es lo que quiere. Ha sido tal la transformación que ha experimentado la intérprete de ‘Wrecking ball’, que acaba de asegurar que jamás volverá a pisar una alfombra roja.

"Hace alrededor de un año tuve la premiére de 'A Very Murray Christmas' y decidí que no haría más alfombras rojas. Porque, cuando hay gente que se muere de hambre y allí estoy yo, en una alfombra que es de color rojo. ¿Porque soy 'importante'? ¿Porque soy 'famosa'? Así funcionamos. Es como una comedia, es como 'Zoolander', ha declarado en una entrevista.

Parece que a la cantante ha abierto los ojos y se ha dado cuenta de las desigualdades que existen en el planeta, mientras las estrellas se exhiben en ese escaparate de lujo y suntuosidad con joyas y 'looks' millonarios.

A lo largo de la entrevista, la novia de Liam Hemswort ha dejado claro que esta esta decisión no tiene nada que ver con su vida privada, sino con su conciencia social.