Lo anunció anoche el director del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, en su cuenta de Twitter: Michael Cimino, el director de El cazador, había fallecido a los 77 años. Pocos datos más trascendieron: según Frémaux, lo hizo rodeado de su gente y en paz.

Hijo de un compositor y una diseñadora, este neoyorquino que vivía en París estudió en Yale varias disciplinas artísticas. La primera vez que cogió una cámara fue para rodar anuncios, y lo hizo con tal acierto que grandes marcas se fijaron en él. En 1971 se trasladó a Los Ángeles y empezó a trabajar como guionista. Debutó como director con Un botín de 500 dólares en 1974, y enseguida llegarían El cazador y el triunfo planetario. Duró poco: la tercera, La puerta del cielo (1980), fue un batacazo de taquilla que le apartó de Hollywood. Después vendrían producciones menores como Manhattan sur, El siciliano, 37 horas desesperadas y Sunchaser, y nada más se supo de él hasta el 2001. En el 2007 estrenó en Cannes su último trabajo: un episodio de un filme colectivo.