La condesa Marta Marzotto, icono de la moda italiana y dama de la alta sociedad milanesa, falleció hoy a los 85 años en un clínica en Milán tras varios días ingresada, según confirmó en Twitter su nieta Beatrice Borromeo.

La exmodelo, estilista y experta en arte falleció esta madrugada en la clínica "La Madonnina" de Milán rodeada de sus hijos y nietos tras una breve enfermedad que llevaba en absoluta intimidad, según relatan medios locales.

La nuera de la princesa Carolina de Mónaco fue quien difundió la noticia con un afectuoso tuit: "Ciao nonita mia" ("Adiós abuelita mia"), junto a una fotografía de Marzotto en los años ochenta donde posó para el pintor neorrealista Renato Guttuso, con quien mantuvo un apasionado romance mientras ambos estaban casados.

El funeral por Marzotto tendrá lugar el próximo lunes a las once de la mañana en la iglesia Sant'Angelo de Milán, según comunicó esta mañana un portavoz de la familia.

La cámara ardiente se organizará este fin de semana de forma privada, agregó la portavoz.

Nacida en la región de Reggio Emilia (centro), Marzotto despuntó con tan sólo 15 años en el mundo de la moda como modelo, oficio que sería la gran pasión de su vida y por la que llegó a convertirse en todo un icono en Italia.

Precisamente en este ambiente conoció al que en 1954 se convirtió en su marido, Umberto Marzotto, perteneciente a una de las sagas más pujantes de la industrial textil en italiana y de quien heredó el apellido.

Fruto de su relación nacieron Annalisa, Vittorio, Diamante, Paola y Matteo, siendo éstos dos últimos los más conocidos, pues Matteo fue presidente de la casa de moda Valentino hasta su implicación en un asunto de fraude fiscal y Paola es la madre de la famosa aristócrata vinculada ahora a la casa monegasca por su matrimonio con Pierre Casiraghi, la también periodista Beatrice Borromeo.

De hecho, una de las últimas apariciones públicas de Marzotto fue el pasado julio durante la boda de su nieta con el segundo varón e hijo menor de la princesa Carolina de Mónaco y del difunto empresario Stefano Casiraghi, a la que acudió con un elegante caftán de seda.

Diseñadora, escritora y experta en arte, fue anfitriona en fiestas para invitados como Naty Abascal o Roberto Cavalli y escribió dos libros que compaginó con su pasión por el arte.

Inconfundible era su presencia en las fiestas por los elegantes y originales caftanes que lucía tanto en verano como en invierno, primero diseñados por ella y posteriormente por su amigo íntimo Roberto Cavalli.

Escribió en su biografía que jamás olvidó su infancia precaria ni la muerte de su hija Annalisa en 1989 por una fibrosis quística, una tragedia que, según contaba en sus entrevistas, nunca llegó a superar.

Otro de los episodios más amargos de su vida aconteció cuando fue denunciada por la familia de uno de los grandes amores de su vida del que fue musa, el pintor Guttuso.

En 2006 Marzotto fue condenada a ocho meses de cárcel y 800 euros de multa por supuestamente haber reproducido sin permiso algunas obras de Guttuso que tenía en su poder y cuyos derechos pertenecen al hijo del artista.

Sin embargo, en 2011 el Tribunal de Milán absolvió a Marzotto y fue declarada inocente.