El 29 de noviembre de 1981, la noticia de la muerte de la actriz Natalie Wood conmocionó al mundo del espectáculo. Wood, de 43 años, apareció ahogada en las proximidades de la isla californiana de Santa Catalina, donde pasaba el fin de semana junto a su marido Robert Wagner y Christopher Walken, ambos también actores, a bordo del yate Splendor, propiedad del matrimonio de artistas. Poco más de 36 años después del fallecimiento han aparecido nuevos testigos del caso que han llevado a los investigadores de Los Angeles (EEUU) a calificar su muerte como «sospechosa».

«Por primera vez» hay «declaraciones de testigos que retratan una nueva secuencia de acontecimientos en el barco esa noche», indicó un portavoz del departamento del aguacil del condado de Los Ángeles en un comunicado recogido por la cadena CBS.

Según la nota, un testigo afirmó haber escuchado gritos y ruidos desde el camarote de la artista y su esposo. Posteriormente, otros testigos identificaron a un hombre y una mujer discutiendo en la popa del barco y consideraron que esas voces pertenecían a Wood y Wagner.

El comunicado FUE emitido horas después de que se conociera que las autoridades consideran a Wagner como una «persona de interés» dentro de la investigación por la muerte de su esposa, un caso que fue reabierto en noviembre del 2011. En EEUU, bajo la fórmula legal de «persona de interés» se suele identificar a un individuo que puede estar involucrado en el caso o que puede ayudar a esclarecerlo pero que no es ni formal ni legalmente un sospechoso.

Según la CBS, que emitirá el próximo sábado el documental Natalie Wood: Death in Dark Water, Robert Wagner, de 87 años, se ha negado a hablar con los investigadores desde la reapertura del caso, cuando la escritora Marti Rully públicó un libro donde aseguraba que el actor estaba involucrado en la muerte de la actriz. En la obra, la escritora relató el testimonio de Dennis Davern, capitán del yate Splendor, que le aseguró Wagner había intervenido en la muerte de Wood. Tras algunas semanas de investigación se volvió a cerrar el caso. En su momento se certificó que la muerte se debió a un ahogamiento accidental, pero en el 2013 se matizó que fue causado por «ahogamiento y otros factores indeterminados».