Liza Anokhina tenía 11 años cuando la gente comenzó a reconocerla en la calle. Ahora, un año mayor, es una de las blogueras infantiles más populares de Rusia con 2,3 millones de seguidores en Instagram.

En un parque de Moscú, su mánager trota caminado de espaldas, usando su teléfono para filmar a Liza mientras corre con unas frambuesas. Alta y delgada y con una gruesa capa de maquillaje, explota a reír cuando ve el resultado en la pantalla.

«Hemos hecho historias [de Instagram], ahora haremos TikTok», le dice a su asesor, Ivan Bushmelev, de tan solo 25 años.

Rusia cuenta con unos 40 millones de usuarios de Instagram, solo detrás de Indonesia, India, Brasil y Estados Unidos, según la firma de datos Statista. Y la plataforma para compartir fotos es, como en otras partes de Europa, particularmente popular entre los niños, según los analistas.

Instagram y otras plataformas similares han propiciado una generación de jóvenes influencers, lo que ha vuelto la mirada hacia sus padres y la preocupación por que estos niños puedan estar siendo objeto explotación para obtener ganancias financieras.

De hecho, estos temas han obligado a las empresas de redes sociales a reaccionar: Youtube e Instagram han movido ficha para hacer que los blogs sean menos atractivos para los anunciantes y hacer que los likes sean invisibles para los usuarios que no sean los creadores.

OCHO HORAS AL DÍA / Liza no suelta su teléfono customizado con una enorme funda de plástico rosa. Admite que lo usa ocho horas al día. Los vídeos que sube a su cuenta de Instagram (anokhina_elizabeth_2007) tienen una edición exquisita, con bucles, efectos visuales y música.

A la pregunta de cómo sus ingresos han cambiado la vida familiar, responde: «Han transformado nuestra vida para mejor. Prefiero mantener el tema de mis ganancias en secreto».

No se amilana y asegura que ella seguirá creando contenidos, aunque las plataformas de redes sociales van a introducir cambios que podrían afectar a sus canales. Esto es, ocultar el número de me gusta, y así evitar el acoso cibernético, Youtube prohibirá desde el año que viene los anuncios en los vídeos dirigidos a la audiencia infantil. Los fans, tanto niñas como niños, se acercan a Liza para hacerse selfis.