Nuevo revés judicial para el artista español más internacional, después de que el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia declarara que Javier Sánchez Santos, de 43 años, era hijo legítimo del cantante, poniendo fin a un culebrón iniciado hace tres décadas. Ahora es el Tribunal Central Administrativo del Norte de Portugal quien ha desestimado la petición del representante del cantante de exigir el pago de 130.000 euros al ayuntamiento de Barcelos por un concierto que el artista dio allí en el 2004.

La sentencia, según ha informado la agencia EFE, confirma una decisión proferida anteriormente por el Tribunal Administrativo y Fiscal de Braga, que consideró que la deuda por el concierto del pueblo de Barcelos había quedado ya saldada. Los hechos se remontan a una actuación de Julio Iglesias con motivo de la inauguración del Estadio Municipal de la localidad. El contrato, firmado con la empresa Golden Concerts, a cargo de la representación del cantante en Portugal, se cerró inicialmente por un montante de 325.000 euros, pero debido a la poca venta de entradas se renegoció con el pago inmediato de 50.000 euros y exclusividad para la compañía para organizar la fiesta de Año Nuevo.

El Ayuntamiento de la ciudad llegó a calificar la acción judicial de "estafa" y se negó a pagarla, lo que llevó a un juicio inicial que concluyó que el concierto de 2004 había sido "un fiasco" de público que invalidaba el contrato inicial.