Nya de la Rubia: «No soy gitana, pero la raza y fuerza de Lola, como andaluza, ya las tengo»

No se quejará: en esta segunda temporada ha crecido su papel. Estoy muy contenta. Porque mi personaje ha tenido una evolución emocional. Y como la serie ha crecido más en investigación, el equipo de guardias civiles hemos quedado como protagonistas de esta temporada de Mar de plástico. Y, bueno, a partir de ahí se centra en cada uno de nosotros. En nuestra parte emocional y en nuestro trabajo.

¿Habrá una tregua para Lola? Quizá en la trama con Héctor la veremos algún día feliz. Solo puntualmente. En esta serie nadie acaba bien. Pero dentro de su sufrimiento, hay momentos en los que se puede sentir mejor y un arco donde puede mostrar realmente el cambio que quiere experimentar.

Es dulce, pero implacable. Se enfrenta a quien sea si lo considera justo. ¿Le gusta su carácter? Lola ha logrado tener una gran personalidad y carisma, ya que aparentemente es una persona con carácter fuerte, tiene fuerza y ante un hombre lucha y no pierde. Pero luego tiene esa dulzura, es tan pura y transparente con su familia, que ese contraste es el que realmente le hace una persona. No es la mala y se queda en mala, sino que tiene un todo. Tiene momentos de humanidad, de debilidad, de fuerza, de responsabilidad... De todo.

¿Se identifica con ella? Yo siempre he sido una persona muy luchadora y muy perfeccionista. Pero no tiene nada que ver conmigo. Yo soy una persona a la que le gusta reír todo el tiempo. Soy diferente. Tengo mi carácter, obviamente, pero soy diferente.

En un principio se pensó en que hiciera el papel de la mala malísima, Pilar. ¿Lo hubiera preferido? No. Realmente los dos personajes son un caramelo y habría estado superfeliz haciendo también de Pilar. Pero construir una Lola así, por lo que le escucho a la gente, es difícil. Tengo un perfil muy acuerdo con lo que se pedía. Con lo que creo que me quedo con Lola. Ya tendré tiempo de hacer de mala...

¡Cómo les gusta a los actores hacer el papel de malos! Claro, porque llegas a un estado que en nada eres tú. Por eso nos gusta tanto...

¿Se tuvo que preparar para el papel con la Guardia Civil? Sí. Estuvimos tres días aprendiendo con ellos y, después, en un viaje que hice a Líbano por vacaciones, un amigo que tengo allí, que es militar, me enseñó a disparar. Eso, claro, te da seguridad y lo haces mejor. Además, lo bueno es que yo soy cinturón azul de taekuondo (lo practiqué desde los 5 años a los 14 años), con lo que el trabajo físico, todas las escenas de acción las hago yo. Y creo que eso es muy bueno.

Siempre da más credibilidad... Sí, porque el cuerpo lo domino y, además, pueden coger mi cara mientras que estoy pegando. Eso es muy importante, y hace que la gente se lo crea más.

¿Cuál cree que son las claves del éxito de 'Mar de plástico'? Es un conjunto de cosas. El que sea un thriller en el que nadie sabe quién es el sospechoso... Cada día se pone en el punto de mira a uno, porque cada personaje puede serlo... Y luego está un ambiente como el de Almería, hay diferentes razas…

La fotografía es bellísima... La fotografía creo que no la he visto en otra serie española. Su director de fotografía, José Luis Pecharromán, es maravilloso de lo grande que es. Almería es un lugar increíble para grabar. Visualmente queda todo grandioso. Son un conjunto de cosas las que hacen que la serie acabe enganchando.

Me consta que el rodaje fue duro; que pasaron mucho calor... En la grabación de la temporada pasada sí que pasé mucho, porque fue en junio y julio. En cambio, este año, como rodamos en septiembre y octubre, lo hemos llevado mejor. No obstante, a mí me han operado hace algo más de un mes, y en las escenas de acción tenía que ir con cuidado. Porque, además, del calor, está el viento, con lo que la tierra se te mete en los ojos... Por eso tuve que parar unos días de grabar, porque la salud debe estar bien, si no...

Lola es gitana. Pero usted, aunque es de Sevilla, de un barrio tan genuino como el de Triana, no pertenece a esa etnia. ¿Cómo construyó el personaje? Yo conozco a gente que es gitana, pero para crear a Lola, al ser una persona con raza y con fuerza, como andaluza, ya las tengo. Lo he cogido de mí , por lo que no me ha hecho falta fijarme en otro tipo de personas. Y, además, aquí, en Andalucía, somos todos muy familiares, como los gitanos... Luego, la vida de Lola es muy dura, y yo, por suerte, no la tengo así. Pero tienes que ponerte en la situación de cómo te sentirías tú, si te rechazara tu familia por dedicarte a lo que te quieres dedicar.

Usted rechazo no sintió, pero su madre, cantante de copla, prefería que no fuera artista. ¿Cierto? Sí, mi madre no quería que me dedicara al arte, porque sabe que es una profesión dura e inestable. Y los padres siempre quieren lo mejor para ti. Pero, claro, lo mejor es lo que tú amas. Eso es lo mejor.

¿Por eso estudió para policía? Es que estuve ahí que no sabía si tirar la toalla, por lo que decidí tener un plan B. Y este fue estudiar para policía. Pero solo fueron dos meses.No duré mucho, porque vi que aquello no era lo mío. Para eso ya tengo el papel de Lola, en el que hago de guardia civil...

¿Le han llegado críticas por parte de los gitanos por cómo se les presenta en 'Mar de plástico'? Todos los gitanos que me han parado por la calle me han hablado bien de la serie y me han dicho que estaba muy guapa y que canto muy bien. Y muchos se piensan que soy gitana. Sí, la aceptación es buena y mi personaje les gusta mucho.

¿Lola puede servir para demostrar que las gitanas hoy en día pueden hacer lo que quieran? Esta es una buena oportunidad para ver que en estos tiempos los gitanos han evolucionado mucho. Depende de si son canasteros (puros, más tradicionales) o no, sentirán una cosa u otra, pero están muy avanzados y son muy libres. Y si existe el machismo, también lo hay entre mucha gente que no es gitana. Eso depende de la persona.

Su madre tampoco entendía mucho el estilo mezcla de rap, soul y flamenco que se gastaba. Eso fue hace cuatro años, cuando me gustaba fusionar en la música. Era lo que me salía. Ahora estoy en otra línea: no meto nada de rap, es más cantado, más de adentro, más maduro… A mi madre , obviamente, le gusta mucho más esto.

¿Porque es más comercial? Me dice que cuando cantas flamenco la gente te salta con un ¡ole!. Y hay un estribillo que recordar... Pero fue una etapa que disfruté y... ¡quién sabe dentro de tres o cuatro años lo que voy a hacer!

La banda sonora de 'Mar de plástico' es suya. Y protagoniza, con 'Ya no puedo más', un bonito videoclip. ¿Orgullosa de todo ello? Sí. Lo he luchado mucho para que saliera. Me ofrecieron hacerlo y acepté, claro. ¡Nadie mejor que yo conoce la serie! Me puse a escribir la letra, la melodía y con el productor, y en un día ya teníamos la canción. Quedó increíble, porque reflejaba la serie. Y para el videoclip pensé que había que aprovechar su director de fotografía y uno de sus cámaras; para hacerlo bonito. También mostrar mi parte artística, que nada tiene que ver con Lola. Que se vea más como yo soy.

Nya de la Rubia en estado puro. Además, es muy importante para mí diferenciar que hay actores que cantan y actores que son cantantes. Los primeros pueden cantar, mientras que los otros hasta escriben sus letras. En España hay pocas personas que se dedican en el mismo nivel a ambas profesiones. Yo intento que, si me gusta la música y la interpretación, no me hagan elegir.

Ya va a por su segundo álbum. Sí. Saldrá en unos cuatro meses. Por la buena aceptación de Ya no puedo más, nos piden repertorio nuevo.

En el vídeo aparece bellísima. A uno no le extraña que de jovencita se presentara a Miss Sevilla... Sí.. Sí…

No le veo muy convencida. ¿Reniega de esa etapa? Era muy joven... Si llego a haber sabido lo que era, no lo habría hecho. Tenía 18 años; fue para probar.

¿Aspiraba a ser modelo? Bueno, con 17 años te ofrecen ganar algún dinero haciendo moda, y aunque la fotografía a mí me encantaba, eso no era lo que yo quería... Pero te presentas sin saber. Quedé como segunda dama de Honor y Miss Fotogenia. Menos mal que no me cogieron de miss.

'Mar de plástico' es su serie revelación, pero ya había participado en 'Arrayán' (Canal Sur) y en 'Cuéntame cómo pasó' (TVE-1). Sí, cuando tenía 18 años, hice tres o cuatro secuencias para 'Arrayán'. Era un papel pequeñito. Todos los andaluces han pasado por esa serie. Y en 'Cuéntame...' también tuve un papelito cuando era jovencita. Luego, con la crisis, no salía trabajo en la interpretación y me fui por la música. Di conciertos, preparé mi disco y luego hice la película 'Toro', de Kike Maíllo.

Que tiene una historia curiosa... Sí. Mi cuñado me dijo que en Málaga estaban rodando una película y vi que era de Maíllo. Entré en Google y encontré su Facebook, con lo que le agregué. Entonces fue él quien se dirigió a mí felicitándome por mi música. Empecé a hablar con él y le advertí: «No solamente canto, también soy actriz». Y me contestó: «Tengo un papelito que igual te interesa». Y me puso en contacto con la directora de casting. Así que todo fue por las redes sociales.

Supo buscarse la vida, vamos. En la vida hay momentos puntuales que están ahí. Justo había ahí un papelito pequeño que luego creció más. Dos meses después, igual ya se habría rodado la película.

¿Teme que le encasillen por su marcado acento andaluz? Sí, por el acento y por el físico. Porque los actores somos un papel en blanco. Si yo tengo el pelo negro, se puede teñir, me lo pueden poner corto, me lo pueden rapar… Y con el acento pasa lo mismo: podemos cambiarlo. Como el tono de voz y lo que queramos. Estamos interpretando a alguien que no somos. Pero es difícil en una película que hagas un papel que se aleje de ti; prefieren que tengas un perfil parecido...

¿Qué ve en el horizonte tras 'Mar de plástico'? El disco y una pequeña participación en una película americana. Y, luego, esperar a ver si hay la posibilidad de nueva temporada de 'Mar de plástico'. A ver qué pasa.