Ahora que han dejado de asumir las responsabilidades presidenciales, Barack Obama y su mujer, Michelle, se han tomado unas merecidas vacaciones alejadas de la más rabiosa actualidad. El matrimonio se ha reunido con un buen amigo, Richard Branson, con el objetivo de descansar y divertirse. En diversas imágenes aparecen completamente relajados durante su estancia en las Islas Vírgenes Británicas.

El matrimonio, acompañado por el multimillonario británico, se ha dedicado a pasear por las paradisiacas playas de arena blanca, practicar kite surf y navegar en lancha, donde han aprovechado para contarse divertidas anecdotas.

Para la ocasión el expresidente de los Estados Unidos ha lucido un estilismo cómodo: camiseta, pantalones cortos, chanclas, gafas de sol y gorra. Por su parte, la exprimera Dama también ha vestido muy veraniega con una camiseta de tirante, 'shorts', caftán con detalles florales y un estiloso sombrero del que asomaban dos graciosas trenzas.

Mientras saludaban a otros turistas, el matrimonio se ha dirigido al helicóptero del magnate británico, para llevarlos de regreso a la isla Mosquito, propiedad privada de Branson.