Ocho mujeres han denunciado en declaraciones a la CNN que han sido víctimas de acoso sexual o comportamientos inapropiados por parte del actor Morgan Freeman. El actor, que tiene 80 años,

dijo en un comunicado: «Cualquiera que me conoce o que ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que ofenda intencionadamente o haga sentirse mal a los demás a propósito». «Pido disculpas a quienquiera que se haya sentido incómodo o crea que le haya faltado al respecto», agregó.

La exclusiva de CNN recoge testimonios de las ocho mujeres, así como de otras ocho personas que aseguran haber sido testigos de las acciones del veterano y reputado actor, que ganó un Oscar por su papel de reparto en Million Dollar Baby. Y las declaraciones elaboran un retrato de comentarios machistas y de contenido sexual, así como de acciones inapropiadas, tanto en rodajes como durante actos de promoción y en su productora, Revelations Entertainment.

Algunas de estas acusaciones hablan de acciones muy recientes. Es el caso, por ejemplo, de una asistente de producción en Un golpe con estilo, una película protagonizada por Freeman, Michael Caine y Alan Arkin, que se estrenó el año pasado. La joven asegura que durante el rodaje de la película, en el año 2015, Freeman la sometió a tocamientos no deseados y realizó comentarios casi a diario sobre su cuerpo y su ropa. En una ocasión, según ese testimonio, intentó repetidamente subirle la falda mientras le preguntaba si llevaba ropa interior. Arkin le pidió que parara y Freeman se sorprendió, sin saber cómo reaccionar, según el relato de la mujer.

También una periodista que cubrió la promoción de esa película, la reportera de CNN Chloe Melas, que ha dado la exclusiva, ha asegurado que durante aquellas entrevistas, cuando estaba embarazada de seis meses, el actor le dijo en más de una ocasión frases en la línea de «ojalá estuviera ahí», en referencia a dentro de su cuerpo. Otra mujer sostiene que Freeman la acosó sexualmente a ella y a su asistente en el set de la cinta Now You See Me al hacer numerosos comentarios sobre su cuerpo. «Sabíamos que si iba a estar por allí no debíamos llevar prendas que mostraran nuestros pechos, nuestros traseros... Es decir, no debíamos llevar nada ajustado», indicó.

Los ocho testimonios aseguran que nunca hicieron públicas sus quejas por miedo a perder sus puestos de trabajo.

La primera reacción se produjo ayer mismo. El sistema de transporte público de la ciudad canadiense de Vancouver anunció que dejará de utilizar la voz del actor en sus anuncios. Freeman había sido contratado para promover el uso de tarjetas de Visa en el lanzamiento de un sistema de pago de viajes en TransLink con tarjetas de crédito y aplicaciones móviles. TransLink había emitido once mensajes con la voz de Freeman que eran distribuidos en el sistema de transporte público.