Omar Montes se sentó en el plató de Volverte a ver para dar una gran sorpresa a una fan. Pero antes, el cantante de Alocao quiso tratar temas tan personales como fue su paso por la isla de Supervivientes o sus primeros años de vida, que no fueron idílicos.

Y es que la infancia del joven no ha sido nada fácil: «Yo echaba de menos la comprensión, el cariño, se metían conmigo todo el rato, estaba gordito. A mi padre también le eché de menos, aunque no estuve mucho tiempo con él. Quizás el haber tenido tantas carencias afectivas me hace estar con mi hijo más volcado», confesó.

De pequeño sufrió racismo y bullying porque le perseguían para llarmarle gordo y gitano, pero no guarda rencor: «Esos chavales ahora son mis mayores fans, me persiguen para pedirme un selfis, llenan mis conciertos. Gracias a eso me he dado cuenta que no soy mala persona, porque si yo fuera malo a más de uno le hubiese dado una hostia. No soy vengativo», comentó el artista madrileño.

Sobre su reciente paso por Supervivientes, el ganador de la edición pasada quiso reconocer que hizo alguna que otra trampa para ganar en las pruebas de recompensa y allanar su camino hacia el triunfo final: «Yo lo llamo mayormente performance, es como acomodarse en la victoria, muchas veces no es hacer trampa. Por ejemplo, en la prueba de la apnea, había un altillo y luego te hundes, pues si te puedes hundir un segundillo más tarde, pues ya está».

Un reality que le ha valido para forjar una amistad irrompible con Isabel Pantoja: «Estamos súper bien, estamos muy unidos, yo la quiero un montón. Es como si fuera mi mama dos. Me llevo mejor con ella que con Isa Pantoja. Yo hablo con Isabel, pero no hablamos de su hija, hablamos como si fuéramos familia».

De hecho, en cuanto a su relación con la hija de la tonadillera, Omar Montes quiso bromear poniéndolo, además, en relación con la actualidad: «Entre el niño pilotes (Miquel Montoro), el coronavirus, el oso de Tous y eso, el mundo se va a la mierda», subrayó entre risas el cantante.