Nueva sacudida en Buckingham. Tras el escándalo que relacionaba al príncipe Andrés con el empresario Jeffrey Epstein y le obligaba a dejar sus funciones y retirarse de la vida pública, el hijo de la reina Isabel II vuelve a aparecer en un nuevo caso en el que su nombre se mezcla con un delito de explotación sexual.

El Daily Mail recoge la visita que el príncipe Andrés hizo en el año 2000 a la mansión del magnate de la moda Peter Nygard en las Bahamas. El empresario canadiense, de 78 años y cuya fortuna asciende a más de 800 millones de euros, ha sido acusado de violar y drogar a varias adolescentes y de formar parte de una red internacional de prostitución cuya base de operaciones era precisamente ese idílico paraje caribeño. La visita del príncipe Andrés, a la que se refiere el diario, la habría hecho con su exesposa Sarah Ferguson. A diferencia del caso Epstein, ninguna de las víctimas lo vincula con lo sucedido.