La Madrid Fashion Week echa el telón hoy tras unas jornadas de desfiles marcadas por las grandes ausencias, por la muerte de Elio Berhanyer y por un atisbo de mostrar algo más de diversidad sobre la pasarela, siguiendo la estela de otras citas internacionales. La caja negra del recinto de Ifema ha engullido las colecciones de un ramillete de nombres propios de la moda, aunque con sonadas ausencias, como las de Palomo Spain. El cordobés Alejandro Gómez Palomo se reserva para su desfile neoyorquino, consciente de la «mayor repercusión internacional» y sobre todo, pensando «en las ventas».

También su compañera en el talent show de TVE Maestros de la costura María Escoté se ha tomado un respiro. A esta nueva cita tampoco han acudido Alvarno, Modesto Lomba, el dúo María Ke Fisherman o Maya Hansen, por no hablar de clásicos como Victorio&Luchino y Francis Montesinos.

TRADICIÓN Y SORPRESA / Así que recapitulemos y agradezcamos el colorido y el humor exhibido por enésima vez por Ágatha Ruiz de la Prada. O el delicado esfuerzo por revisitar el efecto Spain sin caer en los tópicos que ha hecho otro de los nombre propios de esta pasarela, el madrileño Juan Duyos. O la devoción por la sastrería, con prendas comerciales, del argentino Roberto Torretta, que contó en su pase con su hijo Carlos Torretta y de su nuera, Marta Ortega (no olvidemos que Inditex apoya la MBMFW). Juan Vidal, por su parte, recreó el universo de la activista feminista Angela Davis, con una colección que era todo un canto a la multiculturalidad.

custo repite / Custo fue el Custo de siempre, con toda su andanada de efectos para instagramear. Ailanto también volvió a los efectos ópticos. Y Jorge Vázquez mostró ayer una mujer exótica y elegante, donde los detalles y la mezcla de materiales desempeñan un papel fundamental

En ese afán del que hablábamos por mostrar divesidad hay que agradecer que la firma Pedro del Hierro, que presentó las prendas que ya cuelgan en sus tiendas, hiciera desfilar a Mark van Vanderloo, que a sus 51 años subió la media de edad de los chicos, y que no discriminara por tallas. O que Andrés Sardà abriera y cerrara su desfile con Ángela Ponce, la primera transexual en ganar Miss Universo España. Su colección de moda interior y baño, sensual y efectista, se llama Zodiac y tiene como referente los signos del horóscopo.

De Barcelona a Madrid se trasladó Ángel Vilda, y su troupe. El artífice de Brain&Beast llevó su imaginario particular e hizo desfilar de nuevo a sus amigos con una colección provocadora, plural y variopinta como la vida misma. «Un canto a la individualidad y a cuestionar los cánones de belleza», explicó esta alma libre, viejo conocido de la pasarela O80. No faltaron en su pase las referencias pop, televisivas y hasta futboleras. Irreverentes como es él, algunos de sus modelos hasta bebieron y fumaron sobre la pasarela. Isabel Nuñez mostró prendas de corte masculino que establecen un diálogo con el mundo femenino.