La cita con la moda de la 63º edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week ha tenido un reencuentro esperado. Tras 16 años de ausencia ha vuelto a desfilar la firma Pedro del Hierro para dar una lección de estilo y diseño. Había que echar a rodar de nuevo y qué mejor metáfora que el andén de una estación de tren, la del Museo del Ferrocarril. Un viaje al Caribe. A la isla de Cuba. Y en la maleta, un bamboleo de prendas de facturas limpias, atemporales y con mucho sabor, tanto para ellas como para ellos. Aires del trópico de la mano de los dos directores creativos de la firma: Nacho Aguayo y Álex Miralles.

Aguayo, que se encarga de la división femenina, apuesta por realzar la silueta de la mujer con pantalones con grandes cinturones, gabardinas, monos y vestidos de líneas depuradas en tejidos como la seda y el lino, en colores crudos, naranjas y lilas.

Por su parte, Álex Miralles, responsable de la línea masculina, busca la elegancia y al gentleman, con trajes de corte clásico y doble botonadura en colores como el azul marino, el negro y el granate. El modelo cubano Juan Batencourt desfiló también con un traje blanco de lino.

En primera fila, como madrina del desfile, ha estado Isabel Preysler. Su nuevo yerno, el tenista Fernando Verdasco, vistió de Pedro del Hierro el día de su boda con Ana Boyer. Isabel ha elegido un dos piezas de la casa, que ha combinado con un bolso sobre, tacones con aplicaciones y joyas de Rabat. A su lado han estado también en el front row , entre otros, Eugenia Silva y Ana Botella.