"¡Soy la ganadora de 'Masterchef junior'! ¡Es la bomba lironda!". Con esta espontaneidad propia deuna niña de sus 10 añitos celebraba la catalana Paulahaberse hecho con el triunfo en la cuarta edición del concurso culinario de TVE-1.Quien no haya visto la final del martes pensará que qué hay de excepcional en que una pequeña de esa edad se exprese con esa frescura. Aunque lo haga en un programa que sabe que verían millones de personas (de hecho fueron casi tres). Pero es que momentos antes, había ejecutado los tres platos que la hicieron ganadora con una aplomo y una profesionalidad propia de un adulto. Un adulto muy formado en las técnicas culinarias, claro.

¿La típica niña prodigio, una adulta metida en un cuerpo pequeñito? Pues, no. Encima Paula no es en absoluto repipi: es graciosa, muy segura de sí misma, tiene un temple extraordinario y una fantástica fotogenia, cualidades que la hacen merecedora de un programa culinario de televisión propio (es una idea). Además, es muy lista (La prueba es que cuando empezaron a dar piestas del chef que les vendría a juzgar, en la vorágine de los fogones, iba diciendo: "Joan Roca, Joan Roca", y cuando oyó que era el mejor pastelero, rectifícó: "Jordi Roca". Sin dejar de levantar la vista de las ollas). Pero, sobre todo, es muy muy atrevida.

TÉCNICAS COMPLEJAS

Y por eso destacó en la final del martes por encima de su compañera,Paloma, de 12 años, "una gallega de pura raza" (como le gusta definirse), trabajadora, disciplinaday resposable. Porque mientras que esta realizó unos deliciosos y muy bien ejecutados platos tradicionales de su tierra, la pequeña catalana se lanzó a poner en práctica las técnicas culinarias que le habían enseñado en el programa, como espumas, esferificaciones y el uso del nitrógeno y demás, que ejecutó con un temple y maestría que dejaron boquiabierto a Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samanta Vallejo-Nájera, los jurados de 'Masterche', y al propio Jordi Roca, que no paraba de decir: "¡Genial! ¡Espectacular!" .

Los mejillones con salsa curry con leche de coco y huevas de salmón, el capón con turrón y crema de castañas y el bizcocho con sabor tropical de Paloma nada tuvieron que hacer ante el tartar de atún con espuma de wasabi, el risotto con gamba roja y plancton y la reinterpretación del clásico helado de nata y presa de Paula. A cualquiera le parece injusto que pierda una niña que hace un menú como el que hizo la gallega, pero es que el de la catalana, además de ser fruto de esas complejas técnicas, era realmente impecable. Y recordemos: solo tiene 10 años.

MADRE COCINERA

Sus padres, Txus y Laura, siguieron la final desde el plató. Él era un manojo de nervios; ella, se mostraba más templada. En parte porque el padre, que asegura que cuando entra en una cocina suenan las alamas, no entendía nada de lo que hacía su hija. Su madre, aunque sorpendida por todo lo que había aprendido, seguía todos sus pasos. Porque es ella es quien le ha transmitido el gen culinario. "Hace como yo, pone los ingredientes sin medirlos", confesaba a su marido. Y es que tiene un pequeño restaurante en Mataró. "Muy pequeño. Solo son siete mesas. Se sirve cocina casera", explicó. "Habrá que visitarlo", coincidieron los miembros del jurado. Tras el triunfo de la pequeña en el 'Masterchef junior' habrá colas. Tendrán que ampliarlo.