Escándalo mayúsculo en la Casa Real británica. El príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II, ha pedido ser relevado de sus funciones públicas, tras su implicación en el escándalo de pedofilia y tráfico sexual de menores por su relación con el multimillonario Jeffrey Epstein. «Estoy dipuesto a colaborar con las autoridades judiciales en sus investigaciones», ha dicho Andrés, en un comunicado divulgado por el palacio de Buckingham en el que ha admitido que sus circunstancias personales han supuesto un «importante trastorno» para la familia real británica, inmersa en una de sus peores crisis en décadas.

El anuncio ha tenido lugar pocos días después de que el duque de York, de 59 años, reconociera en una entrevista a la BBC su relación con Epstein, que se suicidó en su celda el pasado agosto. El príncipe fue fotografiado en el 2010 paseando por Central Park con el multimillonario, que ya había sido condenado por abusos sexuales. En la entrevista, Andrés reconoció que su comportamiento fue un error pero se defendió de las acusaciones de una mujer estaodounidense, que asegura que fue forzada a mantener relaciones sexuales con el príncipe cuando tenía 17 años.

Después de la difusión de la entrevista, se multiplicaron las críticas contra el príncipe, sumiendo a la familia real británica en lo que algunos medios bautizaron como un segundo annus horribilis, retomando la expresión utilizada por Isabel II en 1992, cuando se separaron sus dos hijos -Carlos y el propio Andrés- y se divorció su hija Ana.

El escándalo se coló el martes en el primer debate electoral que celebraron el primer ministro Boris Johnson y el líder laborista, Jeremy Corbyn. Además, varías compañías y universidades han empezado ya a desmarcarse del príncipe. El grupo contable KPMG y la banca Standard Chartered informaron de que han decidido no renovar su apoyo al proyecto empresarial del duque de York.

La compañía de telecomunicaciones BT ha advertido de que puede retirar su apoyo a una organización que ayuda a las empresas a desarrollarse en el mundo digital si el príncipe Andrés sigue como su patrocinador. Tres universidades australianas anunciaron también el fin de su colaboración con el proyecto Pitch@Palace y la Universidad metropolitana de Londres advirtió que le va a retirar el título de padrino.

«Continúo lamentando inequívocamente mis erróneos vínculos con Jeffrey Epstein», indicó el príncipe, que asegura que ha recibido el beneplácito de la reinapara alejarse de la vida pública.

En el comunicado, el duque de York afirma que el suicidio de Epstein ha dejado muchas preguntas sin responder. «Compadezco profundamente a todos los que se han visto afectados y quieren que todo esto termine de alguna forma», afirma el príncipe.

Epstein, de 66 años, apareció ahorcado en la celda de una prisión federal de Nueva York el pasado 10 de agosto. Estaba acusado de explotar sexualmente durante varios años a menores en sus lujosas residencias. Entre sus amistades figuraba también el presidente Donald Trump.

Tres meses después de aparecer muerto Epstein, sus dos guardianes en prisión fueron imputados el martes, acusados de falsificar datos para encubrir que no cumplieron su cometido: las revisiones de los presos que tenían bajo guardia en la unidad especial que alojaba a Epstein. Durante su turno, estuvieron «en su mesa, navegando por Internet o moviéndose por áreas comunes».