El confinamiento le ha pillado en su casa de Madrid, y desde ahí maquina su nuevo proyecto, El mundo fuera. La película, un documental para el cual pide a simpatizantes y ciudadanos en general que le manden vídeos con sus testimonios en torno a estos extraños días.

-Su iniciativa comenzó con una canción, ‘El mundo fuera’. ¿Qué quiso expresar con ella?

-La canción es una cosa improvisada y casi una explosión emocional. Está muy poco producida y la letra es de aquella manera. Pero luego me pareció que a la hora de contar lo que nos ha pasado en este encierro es importante dar la voz a la gente. Se me ocurrió que una buena forma sería un diario de cuarentena escrito por mucha gente, donde se contara cómo ha sido vivir todo esto, qué cosas hemos aprendido, cuáles nos han dado miedo, qué hemos planeado para cuando salgamos de esto...

-Entonces, ¿pide que le manden vídeos con testimonios, reflexiones, opiniones...?

-Estoy pidiendo que esta semana me manden vídeos hechos en su casa, contando sus vivencias e historias. Si quieren cantar o tocar un instrumento, que lo hagan. Vídeos de 10 minutos, en horizontal. Intentaremos hacer una selección que refleje la amplia gama de emociones, que han sido muchas. No quiero que sea un vídeo azucarado, sino que lo refleje todo: la incertidumbre, las dudas, los sueños, las esperanzas.

-En la canción ‘El mundo fuera’ dice: «Sé que cuando pase todo esto, tú y yo / volveremos a ser / como éramos antes». Se debate si la humanidad va a cambiar tras esto. ¿Qué le parece?

-Hay cosas que sí, por lo menos en el común de los mortales. Creo que nos vamos a mirar de otra forma, al menos durante un largo tiempo. Quizá ahora no nos damos cuenta, pero lo que está pasando es comparable a acontecimientos muy importantes de la historia, que han cambiado la forma de vivir de la humanidad.

-Corre la idea de que la Tierra se ha revelado contra los abusos del ser humano. ¿Justicia ecológica o pensamiento mágico?

-No, eso es maravilloso para una novela de García Márquez, pero no creo que sea así. Lo que sí es cierto es que la Tierra se ha visto muy beneficiada por el parón. A la Tierra no le sienta bien cuando nos movemos demasiado.

-Su intervención en la última Cumbre del Clima, en diciembre, fue polémica por sus peticiones a los gobiernos.

-A mí me encantaría que ahora, por ejemplo, una vez al mes, o cada dos meses, se parara la actividad y dejáramos respirar al planeta. Creo que todos hemos visto el cambio que ha dado la Tierra en un mes. Fíjate la velocidad con la que se recupera el planeta.

-Está en Madrid. ¿Qué le parece la gestión del Gobierno?

-Yo creo que hay que esperar, sinceramente. Ponerte a analizar una gestión antes de ver el resultado, antes de salir de la crisis... No es muy inteligente ponerte a cuestionar a las personas que están al frente del Gobierno, porque lo único que creas es incertidumbre, y que trabajen peor. No entiendo a la gente que se empeña en bombardear la gestión. No sé si tendrán una varita mágica y mañana nos van a salvar a todos, pero si no la tienen, que se callen, ¿sabes? O que aporten algo. Quien no aporte algo, que calle, y que se dedique a estorbar lo menos posible.

-¿Se dirige a la oposición?

-No, yo no dirijo nada a nadie, yo creo que cada uno sabe... El que trate de sacar un provecho político de esto, se equivoca. Totalmente. La ciudadanía ha demostrado una madurez increíble. Nadie sale a los balcones pensando si el de al lado piensa como él o no. Todo el mundo sale con una idea común, de que estamos todos encerrados y nos queremos ayudar.

-¿Está componiendo?

-Estoy escuchando mucha música, leyendo mucho, viendo series, películas... La pena es que no tenía montado el estudio de grabación cuando empezó esto, pero en cuanto pueda me voy a poner a producir canciones. Ahora se ve que la música y la cultura son imprescindibles. Creo incluso que existía una especie de brecha entre la cultura y la gente, y que el confinamiento nos ha servido para unirnos mucho más., y para que los artistas sean más cercanos y muestren una solidaridad que quizá no siempre mostraban.