El artista puertorriqueño Ricky Martin, de 48 años, quiere volver a casarse con su marido, el artista sirio Jwan Yosef. de 36. «No pudimos hacer la boda que teníamos pensada. Ahora quiero hacer una fiesta grande, que dure cuatro días. Los gemelos estaban, pero creo que Renn y Lucía tienen que ser parte de esta celebración» ha explicado en un programa televisivo.

Martin ha sido uno de los muchos famosos que mandaba esta semana un mensaje afectuoso a Pablo Alborán tras dar a conocer públicamente su homosexualidad. «Bravo, hombre valiente. La vida es muy corta para vivirla a medias. Son muchas las almas que llegan a esta vida sin llegar a aceptar su naturaleza y eso es triste. Esa batalla ya la has ganado. Qué afortunado eres. No sabes la cantidad de hombres y mujeres a los que has ayudado con este vídeo. Qué feliz me siento por ti», comentaba el cantante, que hace una década salió también del armario para el mundo y que se ha convertido en un destacado activista de los derechos LGTBI. En su último mensaje en Instagram, mientras ondea una bandera del arcoíris por la celebración del Pride, recuerda: «No bajemos la guardia».

De esta forma el interprete se refería a la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que este lunes determinó que los transexuales, como cualquier otro ciudadano, tienen derecho a no ser discriminados en su entorno laboral, en lo que supone su fallo más importante a favor de la comunidad LGTBI desde la legalización del matrimonio igualitario en el 2015. La victoria, además, es significativa porque fue otorgada por un tribunal dominado por los conservadores.

«Siempre agradeceré a aquellos grandes activistas que abrieron el camino para que hoy, podamos dar pasos con menos tropiezos», escribió Martin. «Se han dado pasos importantes, pero ojo, que estos no descansan. Siguen buscando la forma de quitarnos derechos ya ganados», concluye el cantante.

El Tribunal Supremo determinó que el colectivo LGTBI está protegido por el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, diseñada para garantizar la igualdad de los afroamericanos y que ya prohibía la discriminación por sexo, pero hasta ahora no amparaba a los transexuales.

La boda de Ricky fue una ceremonia privada e improvisada donde solo estuvieron los padres de los contrayentes y un juez. Martin prometió una gran fiesta al anunciar su compromiso en el programa de Ellen DeGeneres, pero su trabajo y la política migratoria de Trump truncaron esos planes. «Tenemos que lidiar con el hecho de que la gran mayoría de la familia de mi prometido es de Siria, así que posiblemente no podrán venir a este país», explicó entonces.

La pareja se conoció en el 2015, cuando Martin vio en Instagram una de las obras del artista, de 32 años. Su obra le gustó tanto que decidió contactar con él. Desde el primer mensaje que envió hasta que se conocieron en persona pasaron seis meses. «Hablábamos de arte, nada sexy. Era todo acerca de arte y la vida en general», explicaba el cantante en una entrevista. «Luego viajé a Londres y finalmente, nos conocimos». Y desde entonces, se volvieron inseparables.

El matrimonio dio la bienvenida a un hijo, Renn, el pasado abril, en plena crisis por el coronavirus. También son padres de Lucía, que nació el año pasado, y de los gemelos, Matteo y Valentino, nacidos en el 2008, antes de su relación.