Ricky Martin ha animado al colectivo gay a ser "fuerte" y "no rendirse ante el miedo" ante matanzas como la Orlando. "Estos actos horribles y cobardes, diseñados para silenciarnos y reprimirnos, nos deben unir aún más. No podemos permitir que el odio triunfe, y no podemos quedarnos callados y escondernos".

Y aprovecha para pedir a los estadounidenses que presionen a los legisladores para que cambien la ley de armas de EEUU, que tan fácil pone las cosas para criminales como el que asesinó a una cincuentena de personas en el local de ambiente Pulse.

"¿Cómo podemos seguir afirmando una enmienda ratificada en 1791 para justificar una inconcebible proliferación de armas de fuego en Estados Unidos? [..] ¿Saben qué más estaba permitido en el año 1791? La esclavitud, los duelos a muerte como una forma lícita de resolver desacuerdos, y el sexo consensual con niños mayores de 10 años en la mayoría de los estados (en Delaware, con niños mayores de 7 años)", escribe el puertorriqueño en una texto en que recuerda que en aquella época se permitía golpear a las esposas "como una muestra válida de la autoridad de los maridos sobre ellas, y una lista prácticamente interminable de otros absurdos".

Martin no para de lanzar preguntas respecto a la ley de armas. "¿Cuántas vidas más hay que sacrificar para que hagamos algo acerca de nuestra tan débil legislación vigente sobre armas de fuego?", es una de ellas. Otra es: "Cómo es posible que a una persona previamente vinculada al terrorismo e interrogada en varias ocasiones por el FBI se le permita trabajar como guardia de seguridad y además tenga la posibilidad de adquirir legalmente armas de fuego".