A finales de la pasada semana Roberto Bautista sorprendía a sus seguidores y a los organizadores del Masters 1000 de Roma al anunciar la renuncia a su presencia en el Foro Itálico. Las sospechas de problemas físicos tras su participación en el US Open hicieron acto de aparición en el mundillo de la raqueta. Pero nada más lejos de la realidad. Roberto, que tras el paréntesis del circuito ATP por la pandemia de coronavirus ha conseguido regresar al top ten del tenis mundial (ocupa la 10ª posición del ránking), tenía una razón muy poderosa para tomarse un descanso tras competir en Nueva York. El castellonense no quería perderse por nada del mundo el nacimiento de su primer hijo, que vino al mundo en la tarde de ayer.

Las redes sociales del deportista (Facebook, Twitter e Instagram) fueron el medio elegido por Bautista y su esposa, la burrianense Ana Bodí, para presentar en sociedad a Roberto júnior. O Mini Rober, que así es como bautizó la feliz pareja a su primer bebé, que posó con los padres nada más llegar al mundo.

«¡Ya tenemos a Mini Rober en brazos! La mamá, una campeona, y el bebé están muy bien. Estamos inmensamente felices», expresaba Roberto Bautista en sus cuentas oficiales, frase que fue seguida por un sinfín de felicitaciones llegadas de todas partes del planeta donde el tenista cuenta con una buena legión de fans y de buenos compañeros en el circuito profesional. Figuras de la canción como Alejandro Sanz, del cine y la televisión como su paisano Miguel Ángel Silvestre, o estrellas del deporte como los futbolistas Asenjo, Cazorla, Trigueros, Fornals, la nadadora Ona Carbonell, o la también tenista provincial Sara Sorribes -por citar a los más cercanos- dejaron mensajes de buenos deseos para Rober y Ana, que contrajeron matrimonio a finales del pasado año.

Tras los malos y tristes momentos familiares que le ha tocado pasar en los últimos años, con los fallecimientos de sus padres, a Roberto Bautista nada le puede borrar ya la sonrisa. Junto a Ana disfrutará de su heredero en los próximos días... hasta que el tenis vuelva a reclamar su presencia. ¡Muchas felicidades, papis!