Después de poner los pelos de punta con su cante coral en la gala de los Goya, de conseguir dos Grammys latinos, de arrasar en el festival de Coachella, de su gira americana, de su cameo en Dolor y Gloria de Almodóvar, de su paso firme por el Primavera Sound, de que Madonna quisiera ficharla para su fiesta de 60º cumpleaños y tuviera que desistir porque le pedían mucho, ahora Rosalía, la del caché de 200.000 euros, protagoniza la portada de julio de la edición de Vogue España con una imagen muy distinta a la que nos tiene acostumbrados en sus vídeos, en sus actuaciones y en su colaboración con la firma Bershka.

La artista posó para Peter Lindbergh en París y en el vídeo que acompaña la sesión la cantante, de 25 años, hace una arrebatada versión de la copla La hija de Juan Simón. que popularizó Antonio Molina.

En la portada, la artífice de Malamente hace una inmersión en toda regla en la alta costura y se presenta sofisticada, con un vestido de Dior, el pelo suelto, los labios rojos y sin su habitual nail art en las uñas. También posa para una imagen en blanco y negro con un vestido largo de la firma española The 2nd Skin.

Rosalía es la primera cantante española que Vogue España lleva a su portada, desde su lanzamiento en 1988. La cabecera, que contó con ella en su fiesta de 30º aniversario el verano pasado, considera que «es la primera estrella femenina de la música española de impacto global» y le dedica 24 páginas.

En la entrevista, comenta la sesión de fotos. «Veo el trabajo de Lindbergh muy ligado a nuestro país y a nuestras raíces. Me parecía impensable que pudiera llegar a conocerle. Es un sueño, un regalo que no voy a olvidar en mi vida», asegura.

También hace balance de su meteórica carrera. «Mentiría si dijera que este 2019 no ha sido el año en que he cumplido mi sueño. Siento que hay muchísima gente que ha conocido mi trabajo, que ha escuchado El mal querer y lo ha hecho suyo en España, y que esa energía ha trascendido más allá de mi tierra». Dice que ve en Penélope Cruz, a la que conoció durante el rodaje de Dolor y Gloria, un ejemplo de cómo manejar el talento.

«Cuando la conocí, yo estaba muerta de vergüenza, pero me dijo de ensayar juntas A tu vera, la canción con la que arrancamos la película. Creo que ella era bastante consciente del respeto y admiración con que la miraba», recuerda la artista.

También asegura que no todo ha sido un camino de rosas. «Cuando grabé el vídeo de De Plata, en 2017, me recorrí Barcelona pidiendo favores y ropa prestada, tirando de amigos y viajando con mi maleta hasta Los Ángeles. Yo misma me maquillé, me vestí y empecé a caminar por la ciudad. Hoy tengo la suerte de contar con un equipo de 25 personas entre bailarinas, técnicos, luces, sonido y gestión. Mi trabajo sigue siendo el mismo, es la escala lo que ha cambiado». Rosalía habla de las redes, donde tiene tres millones de seguidores. «Para mí no es un esfuerzo ni un sacrificio: si algún día no me apetece colgar algo, no lo cuelgo».