El nadador norteamericano Ryan Lochte, de 31 años, ha salido mal parado de los Juegos de Río y no le ha bastado con pedir perdón. Dos de sus patrocinadores principales, la firma de ropa deportiva Speedo y la firma de moda Ralph Lauren, no van a renovar con él sus contratos.

El motivo es conocido: su polémico comportamiento al inventarse un supuesto asalto a mano armada sufrido junto a tres compañeros durante los Juegos para ocultar los destrozos ocasionados en una gasolinera de Río cuando regresaba borracho de una fiesta.

MÁS DE UNA DÉCADA

"Aunque hemos disfrutado de una relación de éxitos con Ryan durante más de una década y ha sido un importante miembro del equipo Speedo, no podemos condonar un comportamiento que va contra los valores que esta marca ha defendido desde hace mucho tiempo", ha explicado Speedo USA a través de un comunicado.

El nadador, que obtuvo una medalla de oro en una prueba de relevo, pidió perdón por su irresponsabilidad. Los cuatro nadadores involucrados en ese incidente ya están en Estados Unidos, pero pueden ser acusados por el incidente. Al nadador de momento mantiene otro patrocinio con la marca de colchones Airweave.