¿Habrá nueva entrega (sería la sexta) de 'Torrente'? Depende de Donald Trump, contesta Santiago Segura (Madrid, 1965). “Es probable que con el nuevo presidente de EEUU se acabe el mundo, así que en ese caso, no habría nueva película”. El actor, guionista, director, productor y presentador madrileño tira de sonrisas para contestar todas las preguntas. El humor es, de hecho, su motor vital. Y eso que afirma ser una persona profundamente depresiva. “Mi lado oscuro es ese, ser un depresivo que se dedica a la comedia”. El padre cinematográfico del taquillero y patán José Luis Torrente acaba de recibir la Medalla de Oro de la Academia de Cine. “Está bien, pero yo lo que quiero es un Oscar”, asegura el actor, que esta noche se vestirá de gala y saldrá a cenar con lo mejor de la industria española (en una cena en la que, por cierto, cada comensal se paga su plato). “Cuando era un chaval y veía los honores que recibían los cineastas en el American Film Institute yo pensé que de mayor querría hacer eso”, bromea el homenajeado, que derrocha amor por el cine, por todos sus negociados, desde la interpretación hasta el maquillaje y la peluquería.

UN 'SHOWMAN' 'ANORMAL'

Para Segura, la normalidad es muy aburrida. Él se autodefine como “anormal”. Le encanta ser un 'showman' y lo demuestra. Sabe que trabaja en un mundo donde la comedia está considerada como la hermana pequeña (y lela). “La comedia no es seria de cara a los premios. El mundo está lleno de prejuicios. Mucha gente opina sobre 'Torrente' y dice ‘bah, te ríes’. Pero a ver, señor, ¿qué más quiere? Es una comedia”, se queja Segura, que en los inicios de su carrera recibiótres premios Goya (mejor corto, actor revelación por 'El día de la bestia', y director novel por su primer 'Torrente'). “¿Qué más premio hay que la gente vaya a ver tus películas?”, concluye el taquillero cineasta, que cada vez que estrena alguna entrega del exagente siempre consigue elevar la habitualmente maltrecha cuota del cine español.

Como todos sus colegas, Segura derrocha desencanto por la situación política española. “El cine ha sido castigado. Y no lo digo llorando, que conste”, subraya tras destacar que todavía está latente el prejuicio de que la industria audiovisual española está muy subvencionada. “La cultura es una necesidad. Evidentemente, mayor necesidad es comer. Pero entre la cultura y los Ferraris, pues mejor la cultura, ¿no? Creo que todo esto es clamar en el desierto, aunque soy de los imbéciles que piensan que las cosas pueden mejorar”, afirma respecto al IVA cultural, el más alto de toda la zona euro.

IDOLATRADO EN AMÉRICA LATINA

Segura -un chaval gordito del barrio de Carabanchel que siempre quiso ser famoso- está actualmente muy volcado en América Latina, donde ha rodado un par de películas en Argentina y una serie en Brasil. En esos países se siente un poco como el protagonista del emocionante documental 'Searching for Sugarman', un cantante estadounidense sin éxito ninguno en su país y que, sin embargo, se convirtió -sin saberlo- en un ídolo de masas en Sudáfrica. “La gente me para por la calle y me saluda. Me tratan como si fuera Woody Allen. Yo les digo que aquí en España no tengo mucho prestigio y no me creen”.

En España, mientras, estrenará el viernes que viene 'La reina de España', continuación de 'La niña de tus ojos'. Dirigida de nuevo por Fernando Trueba, se trata de una película “de las que ya no se hacen”. "Tenéis que verla. Os la recomiendo", concluye Segura, cuya larga experiencia en cine autoproducido le ha convertido en un 'crack' de la promoción. Entre otras cosas.