Desde hace 20 años es la sombra de Karl Lagerfeld. Su hombre para casi todo. Se llama Sébastien Jondeau, es parisino, tiene 43 años y ha lanzado su propia colección de ropa a la sombra del kaiser de la moda. «Estoy muy orgulloso porque he trabajado muy duro en este proyecto», asegura. Se trata de una colección masculina de prendas básicas, con predominio del negro. Camisetas, sudaderas, americanas, camisas, tejanos e incluso un esmoquin. Todas ellas inspiradas en las motos. Se acaban de poner a la venta este agosto, con precios que van desde 99 a 1.050 euros.

Sébastien empezó siendo contratado como guardaespaldas del diseñador alemán, director creativo de Chanel, después de un encuentro en un anticuario de París. De la seguridad paso a ser chófer y de ahí a ser su asistente personal y su acompañante en varias citas, desde el tradicional baile de la Rosa de Montercarlo a cualquier otro evento internacional. Incluso ha sustituido a Lagerfeld, de 84 años, en más de una ocasión cuando él no que podido, o querido, asistir. Hace unos días, Sébastien aparecía en la foto de familia del cumpleaños de Choupette, el famoso gato de Karl (tiene su propia cuenta de Instagram).

MODA Y DEPORTE / Apasionado de la moda y el deporte, Jondeau incluso ha posado para Lagerfeld -él mismo ejerce de fotógrafo- en alguna sesión cuando al famoso diseñador no le gustaba el modelo elegido. Con barba y aspecto varonil, hace cuatro años se convirtió en el protagonista de la colección masculina de Karl Lagerfeld. Su Instagram, con 40.000 seguidores, es una sucesión de imágenes en las que demuestra su obsesión por estar en forma. Boxeo, esquí, motocross... También de su vida junto a Lagerfeld: vuelos privados, eventos con la jet set y desfiles. Sébastien aparece en alguna imagen con Carlota Casiraghi -amiga de Lagerfeld- o Mariah Carey, entre otros.

Pero tiene claros los límites. En un documental sobre Lagerfeld explicaba: «Mi trabajo es estar cerca de él y asegurarme de que nada le sorprenda». Además dejó clara que la relación, aunque cercana, es estrictamente laboral: «Tenemos una relación de respeto, pero él es mi jefe. La jerarquía está clara».