Sophie Turner, Sansa Stark en Juego de Tronos, se ha sentado en el programa Phil in the Blanks para hablar de sus planes de futuro, ahora que la serie ha llegado a su fin, y también sobre su lucha contra la depresión.

La intérprete, de 23 años, que tiene previsto casarse este verano con Joe Jonas, uno de los integrantes del grupo Jonas Brothers, explicó en el plató que sus planes de futuro pasan por tomarse un tiempo de descanso, que es lo que lleva haciendo desde que finalizó el rodaje de la serie de HBO. "Sigo en mi paréntesis, me he tomado un tiempo alejada del trabajo para centrarme en mi salud mental porque pensaba que era importante. Además de la promoción de la última temporada de Juego de Tronos, se prepara para el estreno de otro proyecto. "El próximo mes de junio se lanza el último filme de los X-Men en la que participé, así que me estoy preparando para la gira de promoción", puntualizó.

SUFRE DEPRESIÓN DESDE HACE CINCO AÑOS

"Quiero hacer muchas cosas, pero no solo en el mundo de la interpretación. Una de las cosas que más deseo es ir a la academia de policía y convertirme en policía. Estoy fascinada por el crimen y por qué hace la gente esas cosas, por los interrogatorios y por cómo puedes manipular a una persona para que confiese. Eso me interesa", destacó.

Minutos después se derrumbó cuando admitió que sufre problemas mentales desde que era una adolescente: vivir en la casa familiar mientras estaba trabajando y el hecho de que sus dos hermanos y amigos se hubiesen marchado a la universidad le acabó de hundir. "Llevo más de cinco años con depresión. El mayor reto para mí es levantarme de la cama. En este sentido, reconoció que se encuentra mejor gracias a la terapia que lleva a cabo, la medicación y a su novio, uno de sus mayores apoyos.

"SIEMPRE CREÍ QUE ERA GORDA Y UNA MALA ACTRIZ"

También confesó que en alguna ocasión pensó incluso en hacerse daño a sí misma. La presión mediática, los comentarios en redes sociales sobre su físico y su talento como actriz durante las primeras temporadas de Juego de tronos le afectaron. "Me creí que era gorda y una mala actriz. Me volví muy introvertida (...) No encontraba la motivación para salir e incluso evitaba ver a mis amigos". En aquellos momentos se apoyó en su amiga y compañera de reparto Maisie Wiliams, porque ambas estaban pasando por la misma situación. "Era la única a la que podía contarle todo. Nos quedábamos en casa juntas. Creo que ser tan amigas fue un poco destructivo porque estábamos pasando por lo mismo. Llegábamos de rodar, íbamos a comprar algo de comer y volvíamos a la habitación. No nos relacionamos demasiado durante esos años, apostilló.

A lo largo de la entrevista, la británica no pudo contener las lágrimas cuando el presentador le comentó que es muy valiente por contar lo que le pasa y que ayudará a muchas personas. "La gente no debería avergonzarse. Mucha gente está afectada por problemas como depresión o ansiedad. Mucha más de la que se piensa (...) Todo lo que hay que hacer es hablar con alguien y podrás conseguir la ayuda que necesitas concluye.