En un parque temático muy lejano... Al otro lado del Atlántico, en California, los héroes de Star Wars Harrison Ford, Mark Hamill,

Billy Dee Williams (Lando Calrissian) y el director George Lucas inauguraron el miércoles por la noche la nueva joya de la corona de Disney, el parque de atracciones de Star Wars Galaxy’s Edge, unas instalaciones de seis hectáreas que han costado mil millones de dólares y cinco años de trabajo, y que el gran público podrá disfrutar desde este viernes en el Disneyland Resort de California.

Cuando Chewbacca subió a la cabina del Halcón Milenario, una lluvia de fuegos artificiales iluminó a los protagonistas de la mítica saga. Entonces, el intérprete de Han Solo le rindió un emotivo tributo a su amigo, el actor que encarnó al peludo y robusto wookiee, Peter Mayhew, que murió en abril a los 77 años.

En el escenario, ante la inmensa nave espacial que el público podrá pilotar desde mañana, Mark Hamill, el actor de Luke Skywalker, también se acordó de él: «Chewie, vamos a encender el Halcón». Como la réplica de 30 metros de la nave no se encendía, Ford tuvo que ofrecerle asistencia con unos sabios golpecitos, que volvieron loco al público asistente.

Luego el cuarteto de ciencia ficción, junto al CEO de Disney, Robert Iger, cortaron la cinta y dieron por inaugurada la colosal atracción en la que los fans podrán construir sus propios robots (por 99 dólares) y personalizar sus sables de luz (199 dólares), tomarse un trago de la leche azul como la que bebía Luke Skywalker, interactuar con extraterrestres o pedir el menú que sirven en los filmes de la saga.

Durante las tres primeras semanas, los visitantes podrán acceder al parque previa reserva, y solo podrán permanecer en él cuatro horas (debido a la fuerte demanda).

Aunque el parque está situado en los mismos terrenos que Disneyland, entrar en él será como pisar una galaxia completamente nueva, como pudieron comprobar los medios invitados a la ceremonia de apertura.