Taylor Swift ha salido al paso de su último enfrentamiento con el manáger musical Scooter Braun, dueño de Big Machine Label. La cantante no tiene los derechos de ninguno de los primeros cinco discos que compuso, algo que le ha supuesto más de una polémica y una ardua y larga batalla legal en los tribunales estadounidenses. Así, Big Machine ha decidido lanzar un nuevo álbum Live From Clear Channel Stripped 2008, con las canciones de un concierto que la cantante hizo en 2008.

UNA BATALLA MÁS

A la acción del sello discográfico, Taylor no se ha quedado callada y ha respondido con un contundente mensaje en sus redes sociales: "Quiero dar las gracias a mis fans por hacerme saber que mi antiguo sello discográfico va a lanzar esta noche un álbum de actuaciones mías en directo". Y continúa: "Esta grabación es de un show en una radio en 2008 de cuando tenía 18 años .... Siempre soy honesta con vosotros sobre este tipo de cosas así que solo quería contaros que este lanzamiento no cuenta con mi aprobación". Un mensaje que la cantante terminaba con este dardo: "En mi opinión es solo otro caso de avaricia desvergonzada en los tiempos del coronavirus. De mal gusto, pero muy evidente".

El episodio es una nueva batalla entre Taylor y Braun, empresario que en 2019 adquirido Big Machine Label por unos 300 millones de dólares. Braun es un conocido productor musical y representante de artistas como Demi Lovato, Justin Bieber, Kanye West y Ariana Grande, entre otros.