Como en 'House of Cards', el matrimonio Trump duerme en habitaciones separadas. La exmodelo de 49 años ocupa el dormitorio que durante la pasada Administración perteneció a Marian Robinson, la madre de Michelle Obama. Además, tiene una amplia sala para llena donde se viste, se peina y se maquilla y un gimnasio privado con una máquina para practicar pilates.

Es solo una de las intimidades que cuenta en un libro Kate Bennett, la única corresponsal de la Casa Blanca dedicada a cubrir exclusivamente a Melania Trump y a la familia del presidente estadounidense para la CNN. El libro, que se ha publicado esta semana, se titula 'Free, Melania: The Unauthorized Biography' (Melania libre, la biografía no autorizada) y es un juego de palabras que hace referencia a una frase que aparece en numerosas manifestaciones en Washington, un "Liberen a Melania', que la primera dama, de origen esloveno, no acierta a entender. "Por qué no sería feliz aquí", llegó a comentar en una ocasión.

La biografía no logra traspasar ese muro de privacidad que ha alzado la primera dama, que esta semana ha mostrado al mundo el alumbrado navideño de la Casa Blanca y está ahora con Trump de visita oficial a Londres y donde el martes cenaron con la reina Isabel II. Pero su autora afirma que Melania Trump "no es ninguna mujer trofeo" y que en realidad "tiene una influencia poderosa sobre el mandatario, tanto en sus decisiones en materia política como en la forma en que lleva su vida personal".

El libro muestra a una mujer de carácter fuerte y recuerda la demanda que interpuso Melania contra el tabloide 'Daily Mail' por asegurar, durante la campaña presidencial que llevó a Trump al despacho oval, que ejerció de 'escort' y que facilitó servicios "que iban más allá de ser simplemente modelo". Un acuerdo extrajudicial no revelado obligó al diario a pagarle algo más de dos millones medio de euros. Melania dijo entonces ser víctima de una difamación que afectaba a su "integridad y dignidad personal".

ROPA DE HOMBRE

Con los trabajadores de la Casa Blanca, Kate Bennet explica que Melania, es "amable y cálida", lejos de esa imagen estirada y desafiante que muestra habitualmente. "No soy alguien que sonríe solo porque hay una cámara enfrente", ha dicho la primera dama, siempre muy pendiente de su vestuario y sus gestos. La autora también asegura que Melania y Donald hablan mucho por teléfono y "mantienen frecuentes y tercas discusiones". Y eso se relaciona directamente con el vestuario. Cuando el matrimonio está enfadado, Melania se pone "ropa de hombre" porque a Trump le gusta ver a las mujeres usando "vestidos femeninos apretados, cortos y supersexys".

La autora no habla apenas en el libro de Barron, el hijo en común que tienen Melania y Donald, que tiene 13 años, pero explica que Melania está muy unida él y que tardó en trasladarse de Nueva York a Washington para no entorpecer sus estudios. En cambio, la relación que mantiene con Ivanka [Trump, hija y asesora de la Casa Blanca] es "cordial, pero no cercana".