Nunca sabremos si se debió a un despiste o no, pero en la última gala de los Globos de Oro Lady Gaga olvidó en el hotel en que se hospedó, el Beverly Hilton, el espectacular vestido de Valentino con el que recogió el premio a la mejor canción original gracias a Shallow, pieza principal de la película Ha nacido una estrella. El traje malva de alta costura, que lució la cantante a juego con su cabello, fue confeccionado especialmente para ella.

Pero lo más llamativo de esta historia es que el traje ha acabado en una casa de subastas de Los Ángeles sin la aprobación de la diva ni de la firma italiana. Todo ocurrió cuando Sara Corea, una limpiadora del citado hotel, se encontró con el vestido olvidado recogiendo la suite en la que durmió la intérprete. Después de nueve meses sin que nadie reclamara la prenda en objetos perdidos, pasó a ser de su propiedad, como dice la normativa. Consciente del gran valor del diseño, la joven no dudó en llevarlo a la casa de subastas, donde saldrá a la venta en unos días con un precio de 8.000 dólares.