El banquete de gala de los Nobel, celebrado el pasado sábado en el salón azul del Ayuntamiento de Estocolmo, al que asistieron 1.300 invitados y que estuvo presidido por los reyes Carlos y Silvia de Suecia, deparó una audaz sorpresa. Ver a la princesa Victoria con un vestido de H&M, confeccionado en exclusiva para ella, con seda, tul y poliéster reciclado a partir de botellas de plástico. La primogénita de los reyes de Suecia, además, se coronó con un tiara napoleónica realizada en oro, plata y acero pulido. Victoria completó el conjunto con un collar de camafeos.

Victoria de Suecia con el Nóbel de Física, en las escaleras del Ayuntamiento de Estocolmo. PASCAL LE DEGRETAIN