¿Por qué murió Whitney Houston? ¿Qué demonios personales la hicieron acabar con la cabeza sumergida bajo el agua en una bañera, con solo 48 años? ¿Qué motivó la que sin duda es una de las caídas más trágicas de la historia del mundo del espectáculo? Sabemos que consumía drogas y era adicta a las relaciones afectivas problemáticas pero, ¿qué causó en primer lugar esas tendencias autodestructivas?

Ahí va una respuesta inquietantemente convincente: Houston y su hermano Gary Garland fueron víctimas de abusos sexuales cuando eran niños por parte de Dee Dee Warwick, hermana de la cantante Dionne Warwick y prima la malograda diva. Así se revela en 'Whitney', el documental que el director Kevin McDonald ha presentado en Cannes fuera de competición.

Durante la película, en concreto, Garland confiesa para la cámara que sufrió abusos "de un pariente femenino" entre los siete y los nueve años. Y la tía de Houston, Mary Jones, recuerda que su sobrina no solo le confesó haber sido maltratada, sino que señaló como culpable a Warwick, fallecida en el 2008. Whitney nunca se lo contó a su madre, Cissy, por miedo a las consecuencias.

Respetusosa e incisiva

Que 'Whitney' contenga tamaña revelación no debería resultarle sorprendente a nadie que conozca la obra de Macdonald, que incluye excelentes documentales como 'Marley' -sobre el genio jamaicano- y el oscarizado 'One Day in September', retrato del ataque terrorista que tuvo en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972. Al igual que esas películas previas, 'Whitney' se muestra a la vez respetuosa e incisiva. Los familiares y amigos de Houston que aparecen en ella tienen cada uno sus propios intereses: algunos están dispuestos a quitarle importancia a su supuesta bisexualidad, otros, especialmente su exmarido Bobby Brown, se muestran reacios a discutir su adicción a las drogas. Macdonald, en todo caso, se las arregla para irse abriendo camino entre la maleza de evasivas. Entre los temas espinosos que transita están la cercanía de Houston a su amiga Robyn Crawford, con quien se cree que mantuvo una relación romántica, y el exceso de cocaína y pastillas que marcó sus últimos años. "Eso no fue lo que la mató", insiste Brown a pesar de que cinco tipos distintos de drogas fueron encontradas en el cadáver. Su actitud, por supuesto, es comprensible: solía consumir junto a la que fue su mujer.

En última instancia, es cierto, 'Whitney' traza un arco narrativo de ascenso y caída más bien típico, y eso de algún modo banaliza los logros artísticos de su trágica protagonista; perfilada de forma tan formularia, su trayectoria no parece tan distinta de la de otros mártires del rock como Amy Winehouse. Pero en todo caso resulta indudablemente efectiva sugiriendo que Houston nunca tuvo la más mínima oportunidad de llevar una vida feliz; que todos los éxitos de los que fue acompañada la primera parte de su vida -los millones de fans, los siete números 1 consecutivos en el billboard americano- no fueron más que vanos intentos de burlar a su trágico destino.