Will Smith y su mujer Jada Pinkett presumen de familia ejemplar junto a sus dos hijos en común, Jaden, de 22 años, actor y rapero; y Willow, de 20, cantante y actriz; además de Trey Smith, el hijo mayor del actor, fruto de su anterior matrimonio con Sheree Zampino. El actor, que ha hablado en varias ocasiones de los altibajos que han pasado en su relación como padre e hijo, ha concedido una entrevista en la que habló de lo que supuso para él convertirse en padre a los 24 años. «Lo traje a casa, lo pusimos en la cuna y sentí como un terror absoluto. (...) No sabía nada», reconoció. El divorcio con la madre de Trey, dijo, fue «el fracaso más importante mara mí. Me separé y me encontré con que si un hombre no es un gran esposo, pierde sus derechos parentales», para luego añadir: «Soy mucho mejor padre que esposo». Y ahí radica su distanciamiento. «Creo que mi deseo de que mi hijo no viera peleas ni discusiones me hizo estar ausente como padre. Quería crear suficiente distancia», concluyó visiblemente emocionado.